El patrón del pesquero ‘Es Morràs II’, Blai Ferrando, que tiene su puerto en el Port d’Andratx, asegura que cada día capturan menos gamba en el Ponent.

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Bruselas fija una nueva reducción para la pesca de gamba roja, tan apreciada en Balears. Dentro de las políticas de disminución del esfuerzo pesquero de los arrastreros, el consejo de ministros europeo ha aprobado una rebaja del 5 % de la cuota de gamba roja que se permite capturar en el Mediterráneo español. En este caso, supondrá que llegarán al mercado 43,6 toneladas menos de gamba de las 872 que se capturan actualmente.

La particularidad de la flota pesquera de Balears, con menos embarcaciones y con una pesca más sostenible debido a las reservas marinas (donde este tipo de barcos tienen prohibido faenar), no se ha tenido en cuenta. Ello supone una reducción importante ya que las 32 barques de bou del Archipiélago capturan un total de 150 toneladas, lo que un 5 % menos implicará 7,5 toneladas menos para 2023. «Este tipo de barcos no salen a la mar solo a capturar gamba, pero el crustáceo es un producto muy importante para ellos en especial durante los meses de verano y en diciembre ya que tiene un atractivo muy particular», explica el secretario general de la Federació de Confraries de Pescadors, Antoni Garau.

A ello hay que añadir la reducción del 7,5 % del esfuerzo pesquero también para este tipo de embarcaciones también aprobada la semana pasada por los ministros europeos. Ello significará que los arrastreros de Balears dejarán de salir a la mar 15 días menos al año. De momento, el Ministerio de Agricultura y Pesca tampoco ha contemplado la «particularidad» de Balears, tal y como solicitó la consellera Mae de la Concha al propio ministro Luis Planas.

Ante esta situación, Antoni Garau se muestra contundente: «Está claro que la reivindicación es necesaria porque en un corto espacio de tiempo se ha reducido de manera considerable el esfuerzo pesquero de los arrastreros, pero no podemos solo lamentarnos. Lo que debemos hacer es gestionar los días que tenemos de la manera más eficiente posible para que el sector sea productivo». Pese a ello, Garau reconoce que tanto la reducción de las capturas de gamba roja como el hecho de reducir el esfuerzo pesquero de las barcas de bou conllevará una subida de los precios finales. «Si hay una demanda estable pero hay menos oferta, la tendencia es inflacionista», comenta. Desde que se inició el plan de restricción del esfuerzo pesquero en Europa, las embarcaciones de arrastre de Balears han dejado de faenar 60 días. Para el año que viene, tendrán que estar varados 15 días más.