Hace unos días se presentó en s’Agrícola de Manacor el libro sobre los treinta años de trabajo de la Fundació Trobada. En el texto han participado José L. García, Noèlia Hernández (en la imagen), Aina Maria Llull y Rafel Sansó. Todos ellos, vinculados a la entidad. | Joan Servera / S'Agrícola

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Coincidiendo con la celebración del trigésimo aniversario de la puesta en marcha del albergue de transeúntes por parte de la Fundació Trobada en Manacor, la entidad ha lanzado un grito de auxilio para poder asegurar el futuro de este importante centro, el único para personas sin techo en la Part Forana. Los responsables del espacio reclaman al Ajuntament de Manacor la municipalización del albergue para, así, atar su continuidad.

Noèlia Hernández García, directora de la fundación, asegura que «la situación actual es precaria. El futuro de la entidad pende de un hilo. En cada concurso nos jugamos tener que cerrar. En los últimos concursos para la gestión de un espacio de estas características del IMAS han venido empresas más grandes de nivel estatal y sería una lástima tener que cerrar después de 30 años de trabajo». Para asegurar el futuro del Alberg –así se le conoce en Manacor–, «necesitamos dejar de ir a concursos y tener un contrato más estable y a largo plazo. Por ello, la municipalización del centro sería una de las mejores opciones para garantizar su continuidad y su permanencia en la ciudad», asegura Hernández. Es una opción que, desde el Ajuntament, el alcalde Miquel Oliver (Més-ERC) ya ha mostrado su disponibilidad a estudiarla.

Para celebrar el 30 aniversario de la fundación se presentó el libro Batecs de l’Alberg, un texto a cuatro manos entre la propia Noèlia Hernández, José L. García Mellado, Aina Maria Llull y Rafel Sansó. El libro explica la historia desde sus inicios en 1992, cuando era un centro de pocos usuarios, hasta la actualidad. En los últimos años cuentan con una media de 700 pernoctaciones anuales en el centro.

La puesta en marcha del Alberg en 1992 supuso –y aún lo sigue siendo– el primer espacio en la Part Forana para las personas sin techo. En un primer momento y bajo el impulso de la iniciativa privada de la familia de empresarios García-Prohens, la entidad se gestionó con voluntarios y objetores de conciencia. A partir del 2013 ya se profesionalizó el centro y desde entonces ha ido siguiendo su trayectoria a base de convenios con el IMAS.

Ahora, el perfil del usuario del albergue es gente de la comarca (Manacor, Felanitx, Porto Cristo, Petra o Sant Joan). Suelen ser personas con distintas problemáticas de salud mental, vulnerabilidad, familias desestructuradas e incluso debido a separaciones en las que uno de los dos se queda sin casa. La edad media se sitúa entre los 45 y 55 años.

Punto de vista
Juanjo Roig

Bajo el techo municipal

Juanjo Roig

La gran ventaja de la ansiada municipalización de entidades como la Fundació Trobada estriba en que el servicio que ofrecen ya no correría peligro de que cayera en manos de empresas privadas que, aún realizando una importante labor social, su objetivo final es el de generar ingresos. Muchas de estas asociaciones nacieron bajo el auspicio de mecenas y por iniciativas particulares. Ahora, todas estas ONG están mucho más reguladas y se hace necesario un control.