Los vecinos se han cansado de pedir la finalización de las obras. | ARCHIVOS

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Si ha habido un quebradero de cabeza para el equipo de gobierno municipal de Llucmajor en la zona del Arenal este tiene un nombre, plaza taronja. Ahora, después de más de un año con las obras de reforma paralizadas el Ajuntament ha vuelto a adjudicar las.

La reforma de la plaza Reina Maria Cristina, nombre oficial del espacio, es un proyecto que se inició la legislatura pasada con el pacto de gobierno (PSOE-Més-PI). Miquel À. Serra, regidor de Més, indica que «se dejó el proyecto y el compromiso de financiación conseguido a partir de una subvención del Consell de Mallorca mediante el Consorci Borsa d’Allojaments Turístics. Esta legislatura se procedió al inicio de las obras pero la actividad se detuvo en junio de 2021 cuando la empresa adjudicataria decidió renunciar unilateralmente a terminar las obras que había iniciado pocas semanas antes».
Ahora, año y medio después de la paralización y tras un intento de licitación desierto el Consistorio, ha conseguido adjudicar la reforma. Si se cumplen los plazos la obra podría estar acabada antes del verano de 2023.

Según Més per Llucmajor «este equipo de gobierno (PP-ASI-PI y cuatro regidores no adscritos) habrá sido del todo incapaz de ejecutar un proyecto que encontraron terminado. Su dejadez –asegura Serra– habrá supuesto que este espacio emblemático del Arenal haya estado en obras toda la legislatura».