Una sentencia judicial ordena el derribo de los apartamentos de la calle Tonyina, en Cala Llamp. | R.P.F.

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Los delitos urbanísticos en Andratx han salido muy caros al propio municipio. Si esta semana el Ajuntament de la localidad reservaba una partida presupuestaria de 4,8 millones de euros para demoler los apartamentos de lujo construidos en Monport, el mismo Consistorio deberá también hacer frente al derribo de los doce apartamentos ilegales de Cala Llamp.

En realidad, hace un año que esta demolición está pendiente. En diciembre del año pasado el Ajuntament, entonces liderado por Joan Manera (Més), adjudicó a la empresa Amer e Hijos la obras para derruir los dos bloques de pisos tal y como había ordenado el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 Palma cuando declaró nula la licencia urbanística de 2005 que permitió su construcción. Para ello, tenía previsto un coste de 239.238,9 euros más IVA.

Un año después, esta demolición todavía no se ha hecho efectiva debido, según apuntan desde el propio Consistorio, a problemas de tramitación judicial. Ello ha provocado que la empresa adjudicataria haya renunciado a las obras, ya que en estos doce meses se han encarecido los costes. Ante esta situación, el regidor de Urbanismo, Ángel Hoyos, explica que de nuevo deberán sacar a concurso la licitación de las obras. En un primer momento, la licitación prevista fue de más de 400.000 euros, aunque la adjudicación fue menor. Ello supondrá un nuevo retraso para recuperar los terrenos de Cala Llamp a su estado original.

Mención a parte merece la situación en que se encuentran en la actualidad los proyectados pisos de lujo de la calle Ramat de Monport. Los vecinos aseguran que desde que se paralizaron las obras en 2007 (con un 80 % del proyecto ejecutado) la zona ha vivido todo un periplo, con robos constantes de los materiales de construcción (incluso las puertas del edificio) o algunas de las duchas-jacuzzi que también han sido sustraídas. En este tiempo, la ocupación ilegal de los pisos también ha sido una constante, aseguran vecinos que reclaman una mayor vigilancia a la espera que sean demolidos.

Tanto en los terrenos donde se ubican lo apartamentos de Monport como las viviendas de Cala Llamp deben ser restituidos a su estado original, libres de cemento y sin rastro, como recordaba esta semana el regidor de Urbanismo, Ángel Hoyos, de la huella de corrupción que planeó hace años por el municipio andritxol.