Biel y su padre, Toni, trabajando minuciosamente en la restauración del reloj.

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Los maestros relojeros felanitxers, Toni y Biel Julià, han trabajado los últimos meses en la restauración y recuperación del antiguo reloj de la Casa Consistorial, que desde hace once años estaba arrinconado. Han invertido unas 500 horas en fabricar piezas nuevas que se habían roto o perdido, limpiarlo, pintarlo y volverlo a montar; aunque todavía no está situado donde toca.

En 2011, con la reforma del Ajuntament, se electrificó el reloj que tiene la esfera en la fachada y este se arrinconó. Ahora, marca las horas en la planta noble, justo en la entrada de la sala de plenos y de la alcaldía, a la espera que, en un futuro, pueda volver a su lugar natural. Este reloj fue construido en 1878 en el obrador Collin de París, y en junio de 1887 se colocó en la Sala, donde, durante cerca de 125 años marcó las horas del día a día de los felanitxers. Hace unos 60 años ya fue restaurado a fondo. Durante años, Miquel Perelló s’Escolà fue el encargado de darle cuerda y de su mantenimiento.

Desde hace dos años los restauradores Biel y Toni son también los encargados del mantenimiento de en Figuera de Cort. «Sólo hay dos relojes de las mismas características en Mallorca», apunta Biel Julià. El reloj está dividido en tres partes: la central, que es la que se ha puesto en funcionamiento, la de la marcha y la que marca las horas en una pequeña esfera. A la derecha hay el mecanismo que dirige la campana de las horas y a la izquierda la de los cuartos. Tiene una autonomía de 24 horas. Se le da cuerda con una manecilla, y cada mes tiene que ser revisado. «Volver a colocarlo en su lugar original no sería complicado», explica Biel. El Ajuntament ha invertido en esta recuperación 20.000 euros.