Miguel López de la Asunción con el libro delante del monumento a los Héroes de Baler y últimos de Filipinas en Madrid.

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«Debido a que los documentos oficiales han desaparecido no puedo situar el lugar exacto de nacimiento del desertor, de uno de los últimos de Filipinas, Jaime Caldentey Nadal. Eso sí, puedo asegurar que no era natural de Petra, donde sí nació el héroe de Baler Antonio Bauzá Fullana». Lo afirma el investigador e historiador Miguel Ángel López de la Asunción, autor, junto a Miguel Leiva Ramírez, de El sitio de Baler. La heroica gesta de los últimos de Filipinas, una acción de resistencia militar que tuvo lugar entre julio de 1898 y junio de 1899, en la iglesia de Baler, englobada en la Guerra de Filipinas. La obra, publicada a finales de septiembre, reúne 300 páginas más que la anterior Los últimos de Filipinas. Mito y realidad del sitio de Baler, editada por ambos en 2016. Tras seis años de investigación, ofrece al lector 72 páginas con material gráfico y muchas imágenes inéditas.

Entre los 54 soldados y religiosos que resistieron casi un año en la iglesia de Baler los ataques tagalos, desconociendo que ya había finalizado la guerra entre España y los independentistas filipinos, se encontraban dos mallorquines, Antonio Bauzá Fullana, (Petra, 1877-1962) y el desertor Jaime Caldentey Nadal, a quien López de la Asunción ubica como natural de Felanitx o Manacor. «Podría ser de Manacor. Lo que sí tengo claro es que liberamos a Petra de ese castigo porque siempre se dijo que el desertor era petrer y no es así. No fue bautizado ni en Petra ni en Ariany», asegura.

«El caso de Caldentey es curioso porque es el asistente del teniente Zayas. Pero lo descubren peleándose con otro soldado por culpa de las cartas y el oficial lo arresta con el doble de dureza que al otro implicado. Tal vez resentido por ello, salta el muro y se une a los insurrectos. Al día siguiente, el desertor mallorquín maneja un cañón para atacar a sus antiguos compañeros y estos lo matan de un disparo», indica el historiador. En cuanto a Antonio Bauzá Fullana, en el libro aparecen fotos inéditas y nueva información, como que se alistó voluntario en Barcelona y no en la Isla; que era ‘conreador’ o que al marchar de Mallorca a Canarias, tras regresar de la guerra, compró tierras y se las regaló a su hermano. «He conseguido la partida de defunción donde figura que falleció de una pulmonía», explica el autor.

Foto de Bauzá Fullana.

El soldado petrer vivió 40 años en Tenerife donde formó una familia y trabajó de peón caminero. Los últimos años de su vida los pasó en Petra. A Bauzá Fullana, en Petra se le conocía como En Toni des Jardí de ses Creus por las medallas que consiguió en ultramar: tres cruces de plata de la Orden del Mérito Militar con Distintivo Rojo y una medalla de la Campaña de Filipinas. Finalmente, ha descubierto como los filipinos tenían prisionero a un mallorquín jefe de la Guardia Civil de un pueblo cercano a Baler, probablemente natural de Manacor, a quien los insurrectos mandan a mediar con Caldentey.