La zona de sa Ferradura es uno de los puntos planteados para la llegada del cable. | Lola Olmo

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Vecinos de las urbanizaciones de Bonaire, es Mal Pas, es Morer Vermell, es Barcarès y sa Marina han comenzado a movilizarse para tratar de impedir que el proyecto de conexión de cable eléctrico con la Península que tiene previsto realizar el Gobierno afecte a estas zonas residenciales. Este miércoles tuvo lugar la primera reunión de los afectados para tratar de organizarse formalmente y constituir los mecanismos necesarios para poder oponerse a que el trazado terrestre de este cable eléctrico transcurra por zonas urbanizadas, y también que el punto de llegada a la costa del trazado marino no se realice por zonas de baño como la Caleta de Bonaire o sa Marina.

Los residentes de estas urbanizaciones consideran que falta transparencia en las administraciones implicadas –Gobierno, Govern de les Illes Balears y Ajuntament d’Alcúdia– a los que acusan de «proteger más a la posidonia que a la salud de las personas, que este tipo de instalaciones puede poner en riesgo», apuntan. Este miércoles en el pleno del Ajuntament d’Alcúdia se debatirán dos mociones de la oposición. Una conjunta de PP, Vox, Ciudadanos y Unió per Alcúdia y otra de Podemos. Ambas piden una comisión con todos los partidos con representación municipal para consensuar el trazado.

La moción de Podemos pide además que se publiquen todos los trazados que están sobre la mesa. Actualmente cobra fuerza un plano que sitúa la llegada del trazado marino por el cabo de l’Estrella; luego el recorrido terrestre comenzaría en Bonaire hacia es Morer Vermell, es Barcarès, la parte posterior del Corral d’en Bennàssar y luego atravesaría la zona rústica hasta conectar con el Port d’Alcúdia por la avenida Pere Mas i Reus y de allí hasta es Murterar.