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La escalinata de los jardines del hotel Formentor, que forma parte del imaginario colectivo desde la construcción del establecimiento turístico en 1929, ha sobrevivido a la demolición integral del complejo, según confirman fuentes de la propiedad. Las mismas fuentes indican que se ha habilitado un vivero temporal al que se han trasladado durante la ejecución de las obras todas las especies del entorno. «Todo ello, junto con el respeto por el carácter del edificio, permitirá que la imagen del Hotel Formentor desde la bahía de Pollença permanezca inalterada, manteniendo la idea de ‘una línea blanca en el paisaje’», dice el Proyecto de Reforma y Ampliación que firma el estudio Lamela.

La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) había pedido expresamente que se mantuvieran inalterables los jardines de Formentor, cuando hace ahora escasamente un mes el regidor de Urbanisme de Pollença, Tomeu Cifre, confirmó lo que hasta entonces era un secreto a voces: La demolición integral del hotel y su próxima reconstrucción. La propiedad, que quiere reabrir el establecimiento como un Four Seasons Gran Lujo en abril de 2024, ha presentado ahora un informe complementario del proyecto para adecuarlo a la realidad de las obras que ya se han ejecutado. Promete reconstruir fielmente el edificio original. El ‘modificado’ ya ha recibido el visto bueno de la Conselleria de Turisme del Consell y los técnicos municipales lo están evaluando.

Los expertos deberán determinar si la reconstrucción prevista se ajusta a la licencia y en caso de no hacerlo si será posible autorizarla, teniendo en cuenta que en Formentor la normativa urbanística está suspendida por los tribunales y solo se conceden licencias de reforma, nunca de obra nueva. La propiedad consiguió la licencia para la ampliación solo tras la aprobación del Decreto Ley de reactivación económica que permite el crecimiento de hoteles ya existentes para la incorporación de nuevas instalaciones como SPAs o salones de eventos, siempre que ello no implique un aumento del número de plazas turísticas. Antes de conceder el permiso el Ajuntament de Pollença consultó el caso a la Conselleria de Turisme del Govern (entonces aún no se habían traspasado las competencias al Consell) y al departamento insular de Urbanisme. Todos los informes fueron favorables. Turisme ha vuelto ahora a informar a favor. El viernes el alcalde Andrés Nevado firmó la licencia de demolición integral. Según el regidor de Urbanismo, Tomeu Cifre, la concesión de la licencia de reconstrucción está a la espera de los últimos informes sectoriales.

El paisajismo era ya una parte fundamental del ‘Proyecto de Reforma integral y ampliación del Hotel Formentor’ que obtuvo licencia municipal de obras el pasado mes de mayo. Incluye un plano de todas las especies con interés natural y ornamental existentes en la parcela, que en buena parte han sido trasplantadas a un vivero temporal para evitar daños durante los trabajos de demolición y reconstrucción. Fuentes de la propiedad explican que «se ha hecho un proyecto de paisajismo que contempla mantener los elementos de valor y el carácter del jardín del hotel.

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Por lo que respecta a la estructura general del jardín, el proyecto conserva el concepto de los característicos bancales y terrazas que acompañan la escalinata principal hacia el mar, así como las pérgolas y cenadores del jardín, a la vez que se protege el pinar que caracteriza toda la fachada marítima de Formentor». Los árboles que se han visto afectados por las obras, se han trasladado a un vivero y se volverán a replantar en el mismo jardín más adelante.

La plantación de especies autóctonas y de bajo consumo hídrico es una de las premisas de la propuesta, tanto para el arbolado como para las arbustivas, disminuyendo la extensa superficie de césped actual con vegetación que requiera menor riego. Cabe destacar igualmente que en el jardín actual se localizan numerosos palmitos, una especie protegida en el Catálogo Balear de Especies Amenazadas y de Especial Protección, de forma que el proyecto contempla mantener todos estos ejemplares.

La parcela tiene una forma irregular y está en pendiente hacia el sur, con una cota máxima de 46 metros sobre el nivel de mar y una cota mínima a nivel de playa en el límite con el dominio público. «El acceso a los jardines se mantiene en el eje central de la planta baja, manteniendo la morfología y funcionamiento del edificio original. Es éste un eje muy característico del conjunto, con una serie de jardines que marcan la bajada al mar. El proyecto pretende mantener esta relación del edificio con su entorno y potenciarla a través del diseño paisajístico», dice la propuesta que firma el estudio Lamela.

Aunque El Proyecto de Ampliación y Reforma lleva la firma del estudio Lamela. Fuentes de la propiedad informan de que el proyecto de paisajismo lo firma el estudio catalán AELAND, autor del paisajismo del Hotel Sant Francesc en Palma. El proyecto promete adaptarse «de la manera más respetuosa posible» a la frondosa vegetación «integrándose en el entorno y evitando la tala injustificada de árboles». En el peor de los escenarios posibles, cuando sea necesario talar algún árbol contempla plantar 5 árboles por cada uno que se haya tenido que talar cumpliendo así con el artículo 114.8 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) Pollença. Teniendo en cuenta la revisión de niveles de las terrazas exteriores en las que se incorporan nuevas rampas para hacerlas accesibles desde el interior del hotel, una serie de árboles se verá afectada.

Cabe recordar que la normativa urbanística de Pollença fue suspendida por los tribunales a raíz del conocido como ‘Caso Villa Cortina’ que anuló la licencia de obras que el Ajuntament de Pollença había concedido al empresario Alfonso Cortina para construir su residencia estival. Aunque el proyecto se adaptaba al planeamiento entonces vigente, la licencia fue anulada por su impacto visual y el empresario sorteó la demolición del chalet valiéndose de un proyecto paisajístico que escondía el edificio tras una cubierta vegetal.