La artesanía de Mallorca y el producto local ocuparon un lugar destacado en el tramo central de la Fira. | Lola Olmo

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La Fira d’Alcúdia recibió este domingo a miles de visitantes, atraídos por el buen tiempo y la variedad de exposiciones y puestos de feria. Atrás quedaron experimentos de otras épocas con aires romanos. Alcúdia mostró todo el potencial de sus propias tradiciones. Una de las muestras recuperada tras dos años fue la de animales en el Campet de ses Ànimes, que atrajo especialmente a la familias con niños.

Entre los corrales, las estrellas fueron sin duda los asnos que colaboran activamente en el mantenimiento de la zona forestal de La Victòria, donde se practica silvicultura. Mientras las calles más anchas concentraban toda clase de puestos de feria, junto a la plaza Carlos V se entregaban los distintivos a los comercios con solera que han entrado a formar parte de los Emblemàtics con la participación de numerosas autoridades.

En la Plaça de Carles V los amantes del buen comer seguían atentamente las demostraciones de cocina en vivo que este fin de semana han protagonizado los chefs Miquel Calent y Koldo Royo, además de las jóvenes promesas que son los estudiantes de cocina del IES Alcúdia. Y todo por una buena causa, pues ayer el público pudo probar las elaboraciones por unos euros destinados a Alcúdia Solidària. La alegría del reencuentro se respiraba en el ambiente.

Muchos artesanos compartían la ilusión de una feria sin distancias desde sus puestos perfectamente ordenados por tipos de artesanía y por productos artesanos de alimentación, a lo largo del paseo Pere Ventayol. La víspera ya se habían recuperado dos eventos muy participativos, como son la salida de los caparrots de s’Estol del Rei en Jaume, y la Mostra de cuina casolana.