Los miembros de la junta directiva de la Obra Cultural.

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Las inclemencias meteorológicas no consiguieron deslucir la Diada de Socis de la Obra Cultural Balear (OCB) que ayer congregó a unos 300 socios para celebrar sus 60 años de historia. Como marca la tradición, el santuario de Lluc acogió el acto en el cual se reconoció el trabajo de las delegaciones de la OCB en la Part Forana y, en especial, a la de Algaida que este año ha cumplido cinco décadas de trayectoria. También hubo una mención especial a los socios más antiguos: Gabriel Janer Manila –que no pudo asistir al acto– y Alexandre Cortès que había formado parte de la junta directiva de Climent Garau.   

El actual presidente de la entidad, Joan Miralles, recordó que en estos 60 años la sociedad ha cambiado mucho y la OCB también, aunque «desgraciadamente las políticas de normalización que tenían que conllevar el régimen autonómico han sido del todo insuficientes para garantizar la pervivencia de nuestra identidad como pueblo con garantías de futuro», señaló.

El acto finalizó con un almuerzo y la actuación de Roada.

Por ello, apuntó que las reivindicaciones de hace cuarenta o veinte años continúan aún hoy vigentes. Ante esta situación «necesitamos una sociedad civil fuerte y organizada para reivindicar nuestros derechos», explicó el presidente. La nueva junta directiva que dirige Joan Miralles se comprometió a «modernizar» la Obra, hacerla más participativa e implicar a sus socios en su gestión, así como reivindicar su compromiso en la defensa del país, de la cultura y la lengua catalanas.