La fiesta ha transcurrido con absoluta normalidad y poco público. | Pere Bota

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Fornalutx ha recuperado y celebrado este miércoles por la mañana la tradicional 'Baixada des Bou'. La fiesta ha empezado con el recorrido del buey por el camino de Tramuntana hasta la plaza. Una vez que ha llegado, se le ha puesto la corona de laurel. Una de las novedades de este año ha sido que el animal ha estado durante una hora en un pequeño corral de la plaza para que la gente pudiera contemplarlo. Además, el concejal de cultura, Felip Reynés, ha dicho unas palabras en defensa de la tradición.

La fiesta ha transcurrido con absoluta normalidad y poco público, la mayoría niños con sus familias, que ha recibido entre aplausos al toro y han disfrutado de los 'xeremiers' de Sóller, que se han encargado de ambientar las calles de Fornalutx. Por su parte, la Guardia Civil ha llevado a cabo una vigilancia discreta por si había algún enfrentamiento. Cabe recordar que este mismo sábado Progreso en Verde hizo una protesta en Palma para pedir la «abolición definitiva» de esta celebración.

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Una tradición recuperada

Des de el 2018, la 'Baixa del Bou' sustituye el encierro en que se había convertido esta antigua celebración. 'El 'correbou', tal y como se celebraba hasta entonces, fue prohibido por la nueva Ley Balear de Protección animal, pero el Ajuntament consiguió recuperar el antiguo formato en el que se traslada un buey manso por el camino de Tramuntana hasta la plaza. Esta ha sido la tercera vez que Fornalutx ha vivido la fiesta con el nuevo formato, que ya la pandemia del coronavirus impidió que se celebrara tanto el 2020 como el 2021.

Des de hace dos años, la Baixada del Bou se hace con un nuevo formato, similar al que se realizaba hace un siglo. Esta fue una condición para que Bou fuera permitido por la nueva Ley Balear de Protección animal.