Los Gegants han estrenado este año nueva vestimenta. | Laura Becerra

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Las fiestas de la copatrona de Llucmajor, Santa Càndida, tuvieron este domingo uno de sus puntos álgidos con las danzas de los Cavallets Cotoners, una tradición que se recuperó en el año 2000 tras ochenta años desaparecidos.

La comitiva salió de la plaza de España acompañada por la Banda de Música de la localidad, donde realizaron sus primeros bailes, para seguir después hacia la parroquia de Sant Miquel. Allí se celebró la eucaristía en honor a la santa. Fue presidida por el vicario episcopal para el Patrimonio Histórico y Cultural, mossèn Francesc Vicens Gomila.

Las danzas de los Cavallets continuaron después en la misma plaza de España arrancando grandes aplausos del público asistente. Este año, los niños y niñas que encarnan los Cavallets han sido Tony Joan Bisbal, Carla Fernández, Coloma Molera, Damià Tugores, Carla Juan, Marc Viver, Korca López y Neus Nicolau. La fiesta tradicional continuó con ball de bot a cargo de las agrupaciones Calabruix, Dit i Fet y Aires des Pla Llucmajorer.

Otro de los momentos de las fiestas más esperados por los más pequeños tuvo lugar el sábado por la tarde con la salida de los cabezudos, dimonions y gigantes después de dos años sin poder protagonizar su tradicional desfile. Hubo gran expectación por parte del numerosísimo público que se dio cita delante del consistorio. Uno a uno fueron saliendo al son de la música de los Xeremiers de sa Marina que los acompañaron en su pasacalles por las calles del pueblo. Destacaron las nuevas vestimentas de los Gegants y Gegantons junto a los gigantes ‘Miquel’ y ‘Cándida’ que también estrenaron vestuario.