Un fondo marino muy dañado. Un detalle de las playas del Port de Pollença, con su característico color verdoso. Pese a su entorno natural privilegiado, el fondo marino ha sufrido un gran impacto debido, entre otros factores, al abuso de fondeos ilegales que dañan las praderas de posidonia. | Lola Olmo

TW
6

El Ajuntament de Pollença elaborará un plan de actuaciones coordinadas con las distintas administraciones competentes para mejorar el estado del fondo marino y de las aguas de la Bahía de Pollença. Estos días, el consistorio ha recibido el informe integral sobre el estado de las aguas y ecosistemas marinos de la bahía que, a finales de 2021, encargó al    Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (IMEDEA), cuyas conclusiones se sumarán a las obtenidas en otro estudio realizado por la asociación Arrels Marines en marzo. Entonces se determinó que la situación del fondo marino en esta zona de Mallorca es crítica.

Diagnóstico

Un equipo científico del IMEDEA ha realizado una tarea de diagnóstico en base a entrevistas con diferentes agentes sociales - residentes, asociaciones, entidades públicas y privadas - cuya actividad tiene una relación directa con la bahía; y por otra parte, han indagado sobre el comportamiento biológico, físico y químico de la bahía y su evolución a lo largo de los años.

El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre, explicó durante la presentación de las conclusiones que «este estudio ha localizado las principales presiones sobre la Bahía de Pollença y lo haremos llegar al resto de administraciones para que podamos trabajar coordinadamente, cada una dentro de sus competencias».

Uno de los datos que los científicos del IMEDEA han destacado es el elevado nivel de concienciación ambiental que tienen los ciudadanos y agentes sociales    de Pollença. Este dato se tendrá en cuenta a la hora de potenciar un cambio de hábitos para que administración y ciudadanía incorporen prácticas más respetuosas con la bahía con el objetivo de reducir el impacto sobre el ecosistema marino y mejorar el estado de conservación de las praderas de posidonia.

Cabe recordar que en marzo, otro estudio encargado por el Ajuntament a    la entidad Arrels Marines tuvo unas conclusiones demoledoras. Los impactos de las embarcaciones y estructuras de fondeo permanentes en la Bahía de Pollença han provocado la degradación y falta de biodiversidad en el fondo marino, con apenas tres pequeñas praderas de posidonia. El estudio calcula que hay entre 1.662 y 2.875 muertos depositados en el fondo de la bahía que se utilizan para fondear ilegalmente embarcaciones. Un problema que se arrastra desde hace años y que ha provocado unos daños difíciles de revertir.