Espeleólogos, restauradores y albañiles han entrado en las galerías para valorar el estado de la estructura. | Juanjo Roig

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Pocos inquers conocen la existencia de los qanats, un conjunto de conducciones hidráulicas de origen musulmán que se encuentra situado en la zona del centro de salud del barrio de So na Monda. Ahora, el Ajuntament planea restaurar esta construcción y «poner en valor la importancia patrimonial de este estructura», explica el regidor de Patrimoni, Andreu Caballero.

Para conocer el estado actual de los qanats desde el Consistorio inquer han contado con el asesoramiento de varios expertos. Guillem Mulet, presidente de la Federació Balear d’Espeleologia, recorrió hace unos días junto a su hijo Jordi las galerías que parten desde la Font de sa Canaleta y la Font de ses Roquetes. Maria Antònia Cladera, conservadora y restauradora de bienes culturales, y Biel Ferragut, albañil especializado en restauración, realizaron una segunda visita junto a Guillem Mulet para concretar algunos aspectos de la futura rehabilitación.

Visita. Biel Ferragut, Maria Antònia Cladera, Andreu Caballero, Guillem Mulet y el alcalde Virgilio Moreno realizaron una visita a los qanats de so na Monda. El objetivo era realizar una primera valoración del estado actual de la construcción.

En general valoran positivamente el actual estado de los qanats y apreciaron una serie de pintadas en la zona de la entrada de sa Canaleta que se eliminarán. En una bifurcación se ha localizado una acumulación de tierra que impide seguir el camino, pero se valorarán soluciones para retirar estos escombros.

Historia

Las fuentes que forman parte de este patrimonio hidráulico local se concentran en la zona conocida como el Camp d’Oca. Durante la ocupación musulmana se crearon estos qanats para un mejor aprovechamiento hídrico y se siguieron usando a lo largo de los siglos hasta su olvido en el siglo XX. De hecho, el acceso a la Font de sa Canaleta data del año 1850.    Las fuentes de sa Canaleta y de ses Roquetes disponen de sendas galerías que se unen a pocos metros del punto de recogida de agua que se encontraba en la calle del Grifó. De ahí partía una acequia descubierta que iba a parar a la Plaça de sa Font (actual Plaça des Bestiar) donde se ubicaban los antiguos rentadors, un abrevadero y un depósito bajo tierra. Las fuentes de sa Canaleta y de ses Roquetes discurren a cinco metros bajo el nivel de la calle y conforman una galería subterránea que mide aproximadamente unos cien metros de longitud.