Miles de jóvenes pasaron por las colonias desde los 70 hasta 2014.

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Avanzan a buen ritmo las negociaciones para recuperar las míticas colonias de Cala Murta que se dejaron de hacer en 2014 por carecer de licencia de actividad. El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre y Pere Antoni Borrás, vicepresidente de la Fundació Rotger Villalonga (propietaria de la finca) se reunieron ayer con el conseller de Medi Ambient, Miquel Mir, y con la directora general de Territori i Paisatge, Maria Magdalena Pons, para pedirles su colaboración en la tramitación de las pertinentes autorizaciones.

El alcalde Tomeu Cifre (que es también miembro del patronato de la fundación) intenta recuperar la actividad de albergue y casa de colonias a través de la    Llei de Lleure que previsiblemente aprobará el Parlament a finales de julio. Cifre defiende que la fundación no tiene ánimo de lucro y por lo tanto «no tiene ningún interés urbanístico». Recuerda que «sus estatutos impiden que pueda venderse la propiedad». Por eso pida la colaboración de las administraciones supramunicipales para (teniendo en cuenta que se encuentra en un espacio natural protegido) aprovechar su potencial en la educación ambiental y la divulgación de la figura de Costa i Llobera.   

La reunión de este miércoles fue fructífera. «Nos ha expuesto la voluntad del Ajuntament de regular la casa de colonias en Cala Murta. Desde la Conselleria, compartimos la filosofía de lo expuesto, ya que apuesta por la regulación del acceso al medio natural y un uso social de las actividades de ocio para jóvenes», dicen fuentes de Medi Ambient.