Miquel À. Sureda, Michael Muller, Miquel A. March, Tonina Amer y Toni Cànaves frente al párking.

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Se cumple un año desde que el Ajuntament de Pollença escrituró a su nombre el principal aparcamiento de Formentor y sin embargo el fondo inversor que compró el hotel lo sigue explotando económicamente a día de hoy. De nada han servido las reiteradas advertencias y denuncias de los partidos de la oposición (Junts, Alternativa y Podem) que hoy exigen públicamente al alcalde Tomeu Cifre (Tots) que suspenda cautelarmente la actividad y adopte las medidas necesarias «para que la empresa privada no se lucre ni un día más». Cifra en 1.250.000 euros las presuntas ganancias que reporta la instalación.

Cabe recordar que la cesión del aparcamiento y los viales de la urbanización fue la exigencia previa que impuso el alcalde Tomeu Cifre para conceder la licencia de reforma integral del hotel Formentor a la nueva propiedad que rehabilita el mítico establecimiento hotelero para reabrirlo como un Four Seasons. No obstante, después de escriturar los terrenos como municipales, la propiedad presentó un recurso contencioso contra la cesión expresa del aparcamiento. Alega que no puede tener la consideración de vial y que por lo tanto no es un terreno de cesión obligatoria. La justicia aún no se ha pronunciado.

La oposición lleva un año reclamando que se regularice esta situación. Consiguió que el alcalde se comprometiera en pleno a revocar la licencia de actividad del aparcamiento, pero en la práctica no ha habido cambios ya que la explotación sigue en manos de una empresa privada «con unas tarifas especialmente elevadas dado el carácter lucrativo de la actividad», han recordado este miércoles.

El alcalde Tomeu Cifre afirma que «en su momento abrimos el expediente de revocación de la licencia y dimos audiencia a la propiedad que presentó alegaciones. Ahora estamos en la fase de resolución de esas alegaciones».

En opinión del alcalde existe la posibilidad de que si se rechazan las alegaciones presentadas y el Ajuntament revoca la licencia de actividad, la propiedad lleve de nuevo al Ajuntament a los tribunales. Por eso aboga por intentar llegar a un acuerdo extrajudicial para que la empresa renuncie a los contenciosos a cambio de que (aunque el aparcamiento sea de propiedad pública) el Ajuntament le otorgue una concesión por la que la empresa debería pagar un canon anual . Cifre recuerda que «la propiedad no solo tiene licencia, sino que ha hecho allí una inversión que tiene que amortizar y corremos el riesgo de que si se le retira la licencia se lleve los techados, barreras y todas las instalaciones además de ir a juicio», dice.