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Capdpera ha recuperado todo su esplendor este fin de semana durante la celebración del esperado Mercat Medieval. Un gran número de actuaciones y muchos puestos de venta y demostración de artesanía han llenado el centro del pueblo y el espectacular Castell de magia. A pesar del calor de hoy, miles de personas ha recorrido las principales calles y han regresado al pasado en medio de un ambiente muy festivo. A primera hora, el son de los xeremiers ya recorrido el pueblo y las actuaciones y pasacalles no cesan durante toda la jornada. La gastronomía y la artesanía acaban de completar la oferta. Este año se han montado más de 170 chiringuitos, un número superior al de las ediciones pasadas.

Después del parón en la celebración de este mercado debido a la pandemia, los gabellins y los cientos de visitantes que cada año lo visitan lo esperaban con ansias y no ha defraudado. Maestros artesanos, productos de juguetería, entre los que no faltan las espadas medievales, o productos de llata, como senallons, no han faltado a la cita y han hecho las delicias de grandes y pequeños que contemplan la oferta comercial al mismo tiempo que se encuentran con uno de los múltiples espectáculos que se suceden durante toda la jornada. Hay demostraciones de danzas tribales, pasacalles de guerreros o la representación de la llegada de los bárbaros.

El Ajuntament de Capdepera ha habilitado un servicio de bus desde el núcleo costero de Cala Rajada para facilitar la llegada al pueblo de turistas y visitantes. De hecho, vecinos de Palma, Sóller e incluso de Menorca han pasado el fin de semana en un hotel de Cala Rajada para poder visitar más cómodamente el mercado.