Una de las singularidades de la fachada de las casas de Pola es su orientación. A diferencia del resto de fincas de su entorno y de la mayoría de la Isla, la fachada no da al sur. Su orientación, según los estudiosos, mira hacia la ciudad de Jerusalén. | Joan Socies

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Pola, la possessió de Algaida a la que los estudiosos atribuyen a Ramon Llull y su familia, ha salido a la venta. Las viejas cases de la finca quedaron abandonadas de la vida diaria en los años cuarenta del siglo pasado y desde entonces han ido languideciendo. Ahora, los propietarios han decidido poner a la venta la edificación y las siete cuarteradas de terreno, que a día de hoy la componen. «Nosotros no podemos afrontar la rehabilitación de este edificio y antes de ver como aún se deteriora más hemos preferido sacar Pola a la venta», señala uno de los dos hermanos propietarios de la possessió.

Pola, a medio camino entre Montuïri, Algaida y Randa es una de las grandes fincas del entorno del Puig de Cura junto a Albenya, la antigua Barcaix o sa Mata Vella (Mataescrita). Esta última también se atribuye a Llull y en 2017 se puso en venta sin que se haya adquirido por ahora. En la actualidad, Pola cuenta con siete cuarteradas de terreno (54.000 metros cuadrados). La edificación principal y algunas de anexas tienen 720 metros cuadrados. La vivienda estuvo habitada a diario hasta los años cuarenta del siglo pasado. Después, los propietarios ya se trasladaron al pueblo vecino de Montuïri. Y hasta no hace muchos años se seguía utilizando como espacio de almacén. A día de hoy, las cases de Pola requieren de una importante reforma para poder habitar en ellas y los actuales propietarios no puedan afrontar la reforma, por lo que optan por su venta antes de que el histórico edificio siga con su decadencia.

Testimonio

«Aprés donchs totes aquestes cosas, mutàsse’n lo dit Reuerend mestra alt en una muntanya apellada Randa, la qual no era molt lluny de la sua casa, per so que aquí millor posqués nostro senyor pregar e seurir». Con estas palabras de Vida Coetània, el mismo Llull explica la situación de su casa entorno a Randa. Distintos investigadores han trabajado para saber si la finca correspondió al religioso. Y son los filólogos Joan Miralles i Monserrat y Cosme Aguiló los que atribuyen Pola a Llull. La possessió figura en algunos documentos bajo el nombre de Paula y por ello se indica que podría ser anterior a la conquista catalana. Entonces, la finca correspondió a los templarios, lo que podría explicar la orientación de su fachada hacía Jerusalén. Pola se convierte en un ejemplo más del cambio de paradigma en el campo mallorquín.

Punto de vista
Juanjo Roig

El patrimonio rural escasea

Juanjo Roig

En estos últimos días, en los que el patrimonio industrial de Mallorca ha vuelto a la actualidad con la antigua central de Alcanada, no está de más recordar que seguimos teniendo un incalculable patrimonio rural que suele permanecer oculto, quizá porque no hay negocio en ello. Sin dejar de alabar el trabajo de las instituciones en otros lugares similares recuperados y restaurados, las casas que se atribuyen a Ramon Llull podrían ser un gran atractivo cultural y turístico.