Imagen de archivo de los trabajos de tendido del primer cable eléctrico submarino.

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Justo un mes después de que el Ajuntament d’Alcúdia se plantara en contra de que el nuevo cable submarino (que conectará la Península con Mallorca) llegue a la Isla por la playa de s’Illot y atraviese 11 kilómetros de zonas pobladas de Alcúdia, el conseller Yllanes se reunió ayer con la alcaldesa, Bàrbara Rebassa (PSOE), para buscar una alternativa de consenso. Yllanes ha pedido a la alcaldesa que presente una propuesta alternativa que, con la menor afectación posible a las praderas de posidonia, satisfaga la demanda municipal de evitar las zonas más pobladas. Gobierno y oposición han hecho un frente común en el Ajuntament.

«Nos hemos sentido escuchados y ahora los técnicos trabajarán en una propuesta diferente para que el cable llegue a la bahía de Alcúdia y vaya preferiblemente por carretera», explica la alcaldesa Rebassa. El Govern asegura que está dispuesto a evaluar todas las vías posibles siempre que no afecten a las praderas de posidonia. En el caso de hacerlo, avisa de que el proyecto «sería inviable temporalmente y podría peligrar su ejecución ya que debería ir a una evaluación larga de la Unión Europea».

Ni el Ajuntament ni el Govern dudan de la necesidad de tener el cable para descarbonizar y mejorar la seguridad del suministro. «Tenemos claro que el cable tiene que partir de Castellón y llegar a Ca na Lloreta, pero tiene que haber un equilibrio y no proteger la posidonia más que a nuestros vecinos», concluye Rebassa.