La procesión comenzó y acabó anoche en la plaza de Santa Maria la Major. | Juanjo Roig

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La Semana Santa inquera ya ha celebrado algunos actos, pero la procesión del Vía Crucis de anoche supuso uno de los momentos más esperados por los feligreses por su carga sentimental y su solemnidad.

No en vano, en Inca se conoce popularmente esta procesión como la ‘del silencio’, pues no sale ningún paso y el recorrido se realiza con absoluto respeto. Como marca la tradición, a las nueve de la noche comenzó el Vía Crucis que consta de nueve estaciones y que tiene su inicio y su final en la plaza de Santa Maria la Major. Este año los encargados de predicar las estaciones fueron los jóvenes de L’Aventura de Jesús, una entidad que forma parte de la Unitat Pastoral de la Mare de Déu.

La procesión pasó por las hermanas de la Caridad, Sant Francesc, Crist Rei, Sant Domingo, La Salle y Sant Bartomeu. En cada uno de los puntos se relató el Vía Crucis con diferentes pasajes como la condena de Jesús, la carga de la cruz, el encuentro con su madre, la muerte de Jesús o su resurrección. Los actos de la Semana Santa siguen hoy con la veneración de la imagen del Sant Crist en la iglesia de Santa Maria la Major, de las 16.30 a las 18 horas.