Alumnos del colegio instalaron una parada para recaudar fondos para su viaje de estudios. | R.P.F.

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La lloviznaa que caía sobre Sant Joan a la hora de lasalida hacía Consolació mermo la romería a pie hasta la pequeña montaña. Pero en el santuario la iglesia aguardaba llena de gente, mayoritariamente gente mayor, que habían subido con coches hasta la cima para acudir a la misa. Este año Sant Joan celebraba los 401 años que desde que en 1622 se decidiese celebrar esta romería en el cuarto domingo de cuaresma. Allí reposa la Verge de Consolació al menos desde 1572. Se trata de una diada muy característica de Sant Joan y con un carácter entrañable para los vecinos del pueblo.

Este año la misa fue presidida por el rector Antoni Riutort y se dedicó a mossèn Gabriel Ferriol. También se aprovechó para orar por la paz y por recuperar la normalidad. En la explanada del santuario los niños del colegio de Son Juny vendieron sus coques y panades para recaudar fondos para el viaje de estudios. Después hubo exhibición de ball de bot que se repitió por la tarde con una ballada.

A las 18 horas fue el turno para las corales de Sant Joan y Porreres que mostraron sus canciones. La jornada también sirvió para poder visitar las instalaciones del edificio de los fossers que debe convertirse en un albergue y ahora el Ajuntament lo ha ofrecido para acoger refugiados ucranianos.