El túnel de Son Vich, este domingo, antes de su cierre. | R.P.F.

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Las mejoras en el túnel de Son Vich podrían dificultar a los hoteles y restaurantes de Peguera la contratación de trabajadores en los primeros compases de la temporada. Así lo señalan desde la asociación hotelera de la zona, cuyo presidente entiende que los potenciales trabajadores optarán por otros emplazamientos para evitar la «odisea» de llegar hasta Peguera.

Toni Mayol tiene claro que existirá además un «gran impacto» entre los clientes que se alojan en hoteles próximos al bulevar –por donde será desviado el tráfico– con afectación a unas 3.800 plazas.

Mayol lamenta no haber sido advertidos con más tiempo de unas obras que se prolongarán durante un mes. Luego, hasta el verano, sólo permanecerá abierto un carril.