El operativo que trajo de vuelta la escultura levantó gran expectación.

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Casi un año ha tardado el caballo de Aligi Sassu en recuperar su espacio dominante en la carretera que conecta Alcúdia y el Port. El mismo que forma parte del imaginario colectivo desde que el artista italiano se lo entregara al pueblo de Alcúdia en los años noventa. Es difícil encontrar hoy a alguien que se refiera a este enclave con un nombre que no sea el popular ‘la rotonda del caballo’. Imposible perderse. Los caballos fueron, junto a los colores del Mediterráneo, los dos grandes referentes en la obra de Aligi Sassu. El mastodóntico equino de un brillante naranja se impone en el paisaje urbano del Port d’Alcúdia.

Cavall mirant al cel d’Alcúdia regresa a casa tras ser sometido a un proceso de restauración integral en el taller de Can Martet en Sant Llorenç, bajo la supervisión del escultor Miguel Ginard Sarasate, que se ha sumado de forma altruista a este proyecto. La escultura del inmenso caballo envistiendo cayó rendida el 26 de marzo de 2021 al envite de un camión que se empotró en la rotonda de la carretera que conecta el cementerio de Alcúdia con el puerto. Desde entonces y hasta el pasado mes de febrero, la obra había permanecido en un solar municipal a la intemperie.

El PP de Alcúdia denunció en diciembre que la escultura de Aligi Sassu llevaba ocho meses «tirada en un solar municipal». Su portavoz Fina Linares se hacía eco así de la preocupación de la familia del artista y advertía de los daños (más allá del accidente) que podría sufrir la pieza si no se actuaba. Temía Fina Linares que el caballo no regresara a su punto de origen, pero finalmente no ha sido así. La alcaldesa Bàrbara Rebassa (PSOE) se comprometió a restituirla ante el pleno y ha cumplido su palabra.

La instalación este martes de la gran escultura con la ayuda de varias grúas generó gran expectación en la zona. No solo se han reparado los desperfectos que ocasionó el camión hace un año (cuyo coste asumirá el seguro) sino que el Ajuntament ha aprovechado la ocasión para afrontar una restauración a fondo de la pieza. El coste total de la actuación ronda los 16.000 euros. Tras la denuncia del PP el pasado mes de diciembre en el pleno de Alcúdia, el regidor de Obras, Martí Garcías Plomer, explicó que si no se había enviado a reparar la escultura antes era porque aún esperaban a que se desplazara el perito para valorar los daños del accidente de tráfico.

Solicitaron cuatro presupuestos a diferentes herreros de la Isla para realizar la restauración. Finalmente la restauración ha sido un trabajo conjunto del taller de Rafael Martet en Sant Llorenç des Cardassar y del escultor Miquel Ginard Sarasate, comprometido con esta causa. «El caballo tiene 12 metros de altura y ha estado muchos años a la intemperie por lo que el cuello está debilitado por el paso del tiempo y hemos pensado que era conveniente hacer una actuación para reforzarlo», dijo el regidor de obras.

Bien patrimonial

Desde el principio, el equipo de gobierno del Ajuntament d’Alcúdia quiso dejar claro que la obra sería tratada como un bien patrimonial y que todo el proceso de restauración estaría supervisado por expertos, bajo la tutela del área municipal de Patrimoni. Visto el resultado del trabajo, quedan apagados los miedos que levantaron en diciembre las imágenes de la escultura del artista italiano tirado en un solar, apenas semicubierto por unas lonas. El caballo de la rotonda de Alcúdia vuelve a mirar al cielo y lo hace brillando con la fuerza con la que Aligi Sassu lo imaginó.