Miquel Porquer, investido con los votos del equipo de gobierno, cuyos ediles están en pie. | Lola Olmo

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Miquel Porquer, portavoz del PI en el Ajuntament, ha sido investido este sábado alcalde de Muro, un cargo en el que debuta tras una década formando parte del Consistorio como teniente de alcalde y concejal de Cultura. A las doce del mediodía y en una sala de plenos abarrotada, el excalcalde, Antoni Serra (CDM) entregaba la vara de mando a Porquer en cumplimiento del pacto de gobierno alcanzado a principios de legislatura entre CDM, PI y PP. Le quedan por delante 16 meses para presidir el Ajuntament para los que la oposición ha advertido que «no le daremos los cien días de gracia, porque ya lleva mucho tiempo como para saber cómo funcionan las cosas».

De hecho, los tres partidos de la oposición (UiM, Més y PSOE) han sido poco condescendientes con el nuevo alcalde, al que le han deseado «aciertos» pero no sin antes relatar toda una serie de «desaciertos» durante la década que lleva al frente de Cultura, según el criterio de sus oponentes políticos. En especial, han sido críticos con el hecho de que ésta sea la tercera legislatura en la que CDM, PI y PP se reparten el poder, aunque hasta ahora el partido regionalista nunca había ocupado la Alcaldía.

El nuevo alcalde, rodeado por los numerosos cargos públicos del PI que acudieron a su investidura. Foto: L. Olmo

Amplio respaldo del PI

El nuevo alcalde también ha contado con un amplio respaldo, primero por sus socios de gobierno, cuyos portavoces, Antoni Serra (CDM) y Marga Ballester (PP) le han brindado su colaboración para los 16 meses que quedan de mandato; y por su familia, ante quienes Porquer no pudo reprimir su emoción al ser investido. El nuevo alcalde ha recordado su trayectoria política, iniciada en 2011, y ha aludido al respeto a «las reglas del juego» para garantizar una buena convivencia y poder «generar ilusión».

Pese a las turbulencias internas que ha vivido Proposta per les Illes en los últimos meses - el propio Porquer formó parte de la anterior junta directiva dimitida - su investidura ha contado con la presencia del presidente del PI, Tolo Gili; el secretario general, Rafel Ballester; el portavoz en el Parlament, Pep Melià; las diputadas Lina Pons y Maria Antònia Sureda; la alcaldesa de Porreres y portavoz en el Consell, Xisca Mora; los alcaldes de Petra, Salvador Femenias; sa Pobla, Llorenç Gelabert; Felanitx, Jaume Montserrat; Sant Joan, Xisco Mestre; de Costitx y presidente de la FELIB, Antoni Salas, y el futuro alcalde de Alcúdia, Domingo Bonnín, y los concejales Josep Marquet, de Pollença, y Biel Mas, de Maria, entre otros.

El apunte
Lola Olmo

«La prioridad será que los ciudadanos no se vayan a casa con dos problemas»

Lola Olmo

Miquel Porquer ha centrado su discurso en recordar su trayectoria desde que, en 2011, debutara como concejal con la Lliga Regionalista. En 2015 lo hizo bajo las siglas del PI. En 2019 revalidó el cargo y el PI obtuvo dos regidores, Porquer, que ha sido teniente de alcalde y concejal de Cultura, Fiestas, Tradiciones y relaciones con la Iglesia y otras confesiones, y Andreu Cantarellas, concejal de Urbanismo, Obras y Brigada. En su primer discurso, el nuevo alcalde ha destacado que su prioridad será «terminar los proyectos que están empezados», entre ellos el Archivo municipal, la Escoleta de 0 a 3 años cuyas obras comenzarán este año, y el centro de día. Porquer ha recalcado que su prioridad es «solucionar el día a día, que los vecinos cuando vengan al Ayuntamiento con un problema, no se vayan a casa con dos problemas, el suyo y el que le hayamos generado en la administración». Al igual que su predecesor, tendrá dedicación exclusiva al Ajuntament, con una retribución anual de 47.000 euros.