Los nietos de Miquel Pasqual dieron este jueves sepultura a los restos en el cementerio. | Elena Ballestero

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El 12 de septiembre de 1936, Joan Pasqual (huérfano de madre) presenció con solo 9 años cómo los falangistas se llevaban a su padre Miquel Pasqual Quetglas. Le ingresaron en la prisión de Can Mir. Arrancaba 1937 cuando su hermana fue a ver al padre a prisión y llevarle ropa limpia. Le dijeron que no regresara porque «nunca volvería a verle». Los retos de Miquel Pasqual, asesinado por los falangistas y arrojado a la fosa negada de Porreres, regresaron por fin este jueves a Alcúdia para ser enterrados en la tumba familiar. Su hija por desgracia falleció hace tiempo, pero l’amo Joan podrá visitar ahora la tumba de su padre.

Joan Pasqual tiene hoy 95 años y recuerda cada detalle de lo vivido. Este jueves una indisposición le impidió asistir al homenaje, entrega de los restos y al posterior entierro. Maria, Bàrbara, Miquel y Maria, los cuatro nietos del asesinado recogieron la caja en la que reposa Miquel Pasqual. Honraron su memoria con unas glosas y recibieron emocionados las condolencias de las autoridades encabezadas por la presidenta del Govern,Francina Armengol, y el vicepresidente, Juan José Yllanes. Ambos pidieron disculpas por llegar «tan tarde» y renovaron su compromiso público de búsqueda y reparación.