Imagen área de cómo quedó el tejado de la parroquia de Banyalbufar. | Bisbat de Mallorca

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El 29 de agosto de 2020 un esclafit y un cap de fibló coincidieron en tiempo y espacio a su paso por Banyalbufar. Las consecuencias de los dos fenómenos meteorológicos fueron terribles para el municipio. Dos años después todavía se recupera del fuerte impacto del temporal que arrasó con parte de la Serra de Tramuntana y causó graves daños materiales. La iglesia de Santa Maria, en Banyalbufar,fue uno de los edificios más afectados por la tormenta, parte de su tejado quedó totalmente destrozado. Un año y medio después de aquella terrible mañana, un grupo de voluntarios del pueblo han iniciado una campaña solidaria para sufragar su reconstrucción.

Apadrina un teula es la iniciativa solidaria que han puesto en marcha algunos vecinos junto con la parroquia para recaudar fondos para las obras de reconstrucción del tejado, que con las últimas lluvias de este invierno ha visto incrementado su mal estado. A través de un donativo de diez euros se pretende ayudar a la reforma entre todos. La donación puede hacerse durante la misa de domingo en la iglesia o a través de un ingreso en su cuenta con el concepto «reparación de tejado» (2100-2714-03-0100042823 - BIC:CAIXESBBXXX).

«La iniciativa surgió un domingo lluvioso de noviembre por la mañana tras el oficio. El rector tuvo que oficiar la misa con el agua que caía del tejado. El Sagrario estaba viéndose afectado, recibía el impacto de todas las goteras, lo tapamos así como pudimos y al salir de la parroquia vimos que teníamos que hacer algo para ayudar a reconstruirlo», explica una de las voluntarias. Hasta el momento, ni la parroquia ni el consistorio han podido hacer frente al elevado presupuesto que supone la reforma del tejado. El Ajuntament de Banyalbufar presentó un proyecto al Consell de Mallorca para recibir una línea de ayudas económicas para la renovación.

Imagen área de la iglesia de Santa Maria de Banyalbufar. Foto: Bisbat de Mallorca

Las ayudas tardaron en llegar y fueron insuficientes para el daño causado. Tras una larga espera, el 17 de diciembre de 2021, los municipios afectados por el cap de fibló, Banyalbufar, Esporles y Valldemossa, fueron declarados zona catastrófica por el Gobierno. El temporal de aquella mañana de agosto dejó un escenario dantesco en el que se calcula que más de 700.000 árboles fueron arrancados y más de un centenar de viviendas resultaron dañadas, entre ellas el techo de la capilla.

La Iglesia Parroquial de Santa Maria data de 1690 y se encuentra situada en la plaza de la Vila, en pleno corazón del pueblo. Anteriormente el municipio tenía otra parroquia que fue destruida en el siglo XIV tras un asalto sarraceno; fue entonces cuando se decidió cambiar de localización el templo para protegerlo de los ataques de piratas que llegaban por el mar. Entre los elementos patrimoniales que se pueden encontrar en su interior está el retablo mayor que pintó Gaspar Homs; una talla románica que estaba en la capilla que fue destruida y el órgano menor del convento de Santo Domingo.

La iniciativa de apadrinar tejas no es nueva, ya se puso en marcha una campaña similar en el 2012 para rehabilitar parte de las obras del Santuari de Lluc. La iniciativa Una teula per Lluc en la que los ciudadanos podían firmar una teja a cambio de hacer una donación a favor de la restauración del santuario que sufrió un cap de fibló alcanzó los 179.000 euros y ayudó a financiar las obras.