En Campos la participación en las ‘beneïdes’ fue muy notable, con carrozas y 70 caballos. | R.P.F.

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Pocos han sido los municipios que han optado por celebrar las beneïdes dedicadas a Sant Antoni debido a la situación sanitaria. En el día de ayer y en dos formatos muy distintos, Campos y Montuïri no quisieron dejar pasar la vuitena que se atribuye a los santos y así celebrar la bendición de los animales. En Campos la fiesta fue por la tarde y con una gran participación. A las carrozas y carruajes concentrados se unió la animación de xeremiers, dimonis y la banda de música local. Además a la gran participación de animales también se registró un buen número de vecinos que se acercaron a presenciar las beneïdes celebradas delante de la parroquia. Pero también se distribuyeron a lo largo de todo el recorrido que realizaron las carrozas y los animales.

Para contar con una mayor implicación, el Ajuntament de Campos repartió 1.000 euros entre las carrozas participantes. En todo momento tanto los que desfilaron como el público siguió la normativa sanitaria y el uso de la mascarilla. En Montuïri la participación fue mucho menor pero con un buen número de animales, principalmente caballos llegados de todos los puntos de la Isla, pero también perros e incluso una oveja.

Tras la celebración de la misa en la iglesia parroquial, pasadas las 12 del mediodía, salió el demonio del Sant Abat. Un personaje de la neofiesta surgida en 2016 en torno a Sant Antoni. Posteriormente, en la avenida del Dau se celebraron las beneïdes y tuvo lugar una exhibición de ball de bot a cargo del grupo local Talaiot.