Vista de Montuïri, localidad con una destacada oferta turística. | TOFOL LLINAS

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Las plazas de alojamientos en poblaciones no turísticas de Mallorca no paran crecer. Desde 2015, las cifras de esta modalidad turística se han duplicado. Según datos facilitados por la asociación Essentially Mallorca, una asociación que aglutina diversos establecimientos de lujo, en 2015 el número de camas era de 5.658 mientras que en el 2021 ha crecido hasta situarse en torno a las 6807 plazas.

Un informe elaborado por esta asociación refleja que las poblaciones no turísticas que albergan la mayoría de estos establecimientos son con diferencia Campos y Artà con 829 y 648, respectivamente. En último lugar encontramos Escorca con 10, dato que llama la atención al ser un municipio que por sus características geográficas y las bellas fincas que posee, a priori parece que debiera ser un municipio puntero en este tipo de turismo. Según Jesús Cuartero, presidente de Essentially Mallorca, «las tres características básicas de estos establecimientos son el contacto con la naturaleza, el producto local y la sostenibilidad».

Predominio de agroturismos

Los agroturismos son el tipo de alojamientos más numerosos que encontramos en poblaciones no turísticas con un 43 por ciento, le siguen los hoteles rurales con un 35 y, por último, encontramos el turismo de interior con un 17 por ciento. Miquel Artigues, presidente de la Asociación Balear de Agroturismos y Turismo de Interior (ABATI), manifiesta que este predominio en poblaciones no turísticas «se debe a la diversidad de la oferta que ofrecen los agroturismos que se adaptan a los gustos de la demanda». Entre la oferta de agroturismos encontramos: de turismo familiar, de turismo de silencio, turismo cultural, etc. «El turista que elige este tipo de establecimiento para pasar sus vacaciones tiene como finalidad el contacto con la naturaleza y el mundo agrario», señala Artigues.

Imagen de la majestuosa fachada del hotel de cinco estrellas Sa Creu Nova, en el centro de Campos.

Los agroturismos surgieron a principios de los 90 promovidos por la Conselleria d’Agricultura, con el fin de hacer viables las fincas agrícolas, ya que muchas de ellas presentaban claros síntomas de abandono. En la actualidad encontramos alrededor de 200, que se encuentran muy repartidos por toda la Isla. Los principales países emisores son Alemania, Reino Unido y últimamente se observa un aumento de clientes procedentes de centroeuropa. La principal diferencia entre agroturismos y hoteles rurales es que los agroturismos poseen una explotación agrícola y los hoteles rurales no.

En cuanto al turismo de interior, su concepto se basa en la rehabilitación y mantenimiento de los casals de los pueblos de Mallorca. Los mercados de los pueblos fueron un factor determinante en    su desarrollo ya que incrementó el interés de la gente por la vida en la Part Forana. Este turismo se caracteriza por integrarse en las costumbres y la vida del pueblo, sin ser un elemento distorsionador que es el turismo de sol y playa.

Impacto económico

Uno de los rasgos diferenciadores del turismo en poblaciones no turísticas son la repercusión en la economía local. Según Antoni Salas, presidente de la Federación de Entidades Locales de les Illes Balears (FELIB), «siempre que la oferta turística sea de calidad, tiene una incidencia positiva en la economía local por dos cuestiones, una porque ayuda a mejorar la percepción del municipio, y por otra parte crea puestos de trabajo, de los que se benefician empresas locales». Otro aspecto positivo es la promoción del producto local que hacen estos establecimientos ya que este cliente valora mucho el producto kilómetro cero. Miquel Gual, presidente de la Cooperativa Camp Mallorquí, afirma «que los agroturismos están trabajando con un perfil de turista que busca la singularidad del producto del lugar, y por este motivo nuestra cooperativa está empezando a llegar a acuerdos con agroturismos».

El turismo de lujo también tiene un impacto sobre otros sectores como pueda ser el náutico con cerca de 750 millones al año, y el del golf con cerca de 167. El éxito de esta modalidad turística radica en que ha sabido adaptarse a las amenazas de los mercados emergentes al basar su crecimiento competitivo en empresas del sector y en la creación del valor del producto turístico que ofrece. En 2021, las ocupaciones han estado por encima del 90 por ciento. «Han sido muy buenas y además se trata de una oferta que tira mucho de gastronomía, del patrimonio, de la cultura, de las compras y por supuesto de la diversificad oferta deportiva y actividades de ocio, afirma María Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM).

El apunte

«El fenómeno favorece la gentrificación», según el GOB

Maciá Blázquez, expresidente del GOB y catedrático de Geografía de la UIB, considera que este turismo puede suponer una alteración de las costumbres de la población local. Blázquez sostiene que «el turismo de interior es un claro ejemplo de la expansión de la frontera del negocio turístico, que supone la transformación de la vida cotidiana de los habitantes, al desplazar los usos residenciales en favor del alojamiento turístico y da lugar a notables cambios en el espacio comercial, público, equipamientos, etc».