La muralla principal estaba muy mal y en 2013 la propiedad inició una restauración de urgencia para evitar el derrumbe. También hizo importantes mejoras en el interior. | Gori Vicens

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El Bloc per Felanitx presentará en el Pleno del lunes una moción para instar al Consell de Mallorca que, por segunda vez, inicie un expediente de expropiación del Castell de Santueri, de propiedad privada, por «incumplimiento de la ley que regula la conservación y apertura de los edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC)», según ha explicado la regidora del Bloc, Maria Mesquida.

Según la edil, «el Castell debe estar abierto un mínimo de cuatro días al mes y desde hace dos años esta obligación no se cumple». Además, explica que desde que en 2013 se realizaran obras por parte de la propiedad, ésta no ha vuelto a actuar en la conservación de la fortificación documentada ya en la época prehistórica y que tuvo un papel relevante en algunos episodios bélicos de nuestra historia, como es la conquista de Mallorca (1229) o durante la Germania (1521-1523). «En 2019, cuando se pudo entrar por última vez, parecía una garriga debido al nulo mantenimiento tanto de la fortificación como de los elementos que se habían instalado como, por ejemplo, los códigos QR para acceder a la información».

Primera expropiación

Ante la pasividad de la propiedad, la familia Vidal, en 2011 el Consell de Mallorca ya inició un expediente de expropiación ante el mal estado e incluso la amenaza de ruina que presentaba la muralla principal. En aquel momento, la propiedad reaccionó e invirtió –dijo– unos 600.000 euros. En marzo del año 2014, el Castell de Santueri se abrió al público y fue muy visitado, pero ahora, y desde hace dos años, con el inicio de la pandemia, está cerrado y no se han realizado las intervenciones que estaban previstas, según el Bloc.

En el alegato para justificar la expropiación, el Bloc explica que «la fortificación es un bien patrimonial de interés cultural que pertenece a todos los felanitxers y mallorquines pero que a día de hoy nadie lo puede disfrutar». Por ello, con la expropiación «se convertiría en un bien público, que daría visibilidad a una parte con mucho potencial para el municipio y sería un motivo más para visitar Felanitx», explica Maria Mesquida.

Durante los seis años que estuvo abierto regularmente al público, eran muchos los visitantes (en invierno más residentes y en verano el goteo de turistas era constante) que visitaban el recinto a razón de 4 euros la entrada por persona. Se daba trabajo a uno o dos vigilantes. Cuando se abrió en el año 2014, el propietario Xim Vidal anunció su intención de seguir invirtiendo e incluso de iniciar excavaciones arqueológicas en el interior de la fortificación. De aquel proyecto nunca más se supo y con la pandemia se cerraron las puertas, que ayer continuaban cerradas.