La familia Cabanellas gestiona el astillero en el Port de Pollença desde 1959 | Elena Ballestero

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La familia Cabanellas ha anunciado la interposición de un recurso contencioso administrativo contra la resolución de Ports de les Illes Balears que le deniega la prórroga que solicitó para seguir explotando los astilleros que tiene desde el año 1959.

En su solicitud de prórroga la familia, que lleva tres generaciones al frente del negocio, proponía invertir 590.141,63 euros en mejoras medioambientales y en la reconversión de la nave actual en un Museu de mestres d’aixa que se pudiera aprovechar para la formación de profesionales.

Marina seca

La propuesta no ha convencido a Ports que planea destinar el espacio a una marina seca con servicio de reparación. Convocará un concurso público para que todos aquellos que estén interesados puedan presentar sus ofertas en igualdad de condiciones.

Toni Comas, abogado de la familia, confirmó esta semana que «el jueves 16 acabó el plazo para anunciar el recurso contencioso administrativo contra la resolución de Ports, y ya hemos anunciado el recurso». Según Comas Ports de les Illes Balears «aún no ha pedido la reversión» por lo que los astilleros siguen en funcionamiento.

La familia Cabanellas tiene una de las llamadas ‘concesiones vitalicias’ del dominio público desde 1959 por la que paga un canon anual de 346,72 euros más tasas. Ports ha comunicado el fin de esta concesión del dominio público en aplicación de un cambio legislativo aprobado en 1988 que permite dar por finalizadas las concesiones vitalicias si han transcurrido 30 años.