Martín tuvo tiempo a tomar un café mientras esperaba a declarar en Inca.  | Jaume Morey

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«Yo intenté tecnificar el Ajuntament. Era para irse tal y como estaba cuando yo llegué». Víctor Martín, alcalde de Binissalem, se defendió este miércoles ante la juez que le investiga por malversación. En su declaración como imputado afirmó que todas las facturas a las que les ha puesto pegas la intervención municipal responden a trabajos que eran necesarios para el pueblo y que fueron llevados a cabo. Admite las discrepancias con la interventora y la primera secretaria pero, señala que todas responden a problemas burocráticos que él intentaba agilizar para el bien del pueblo.

Martín fue interrogado por la juez y por el fiscal Anticorrupción, Juan Carrau. Se negó a responder a las acusaciones populares que representan a los grupos municipales de la oposición. Entre otras decisiones fue interrogado por la decisión de adjudicar obras a una empresa de sonido, contratos de alumbrado municipal o la colocación de pasos de peatones en vados que, según las acusaciones, suponen que se deja de cobrar la tasa y, por tanto, un perjuicio económico para el Consistorio.

Antes del alcalde, declaró como testigo la interventora municipal para explicar las advertencias que realizó sobre posibles irregularidades. Sobre un contrato, por ejemplo, señaló que consideraba que era un caso claro de fraccionamiento y que debió ser sometido a concurso público. Sobre otros manifestó que faltaban informes para justificar por qué se recurría a empresas externas para trabajos que podía llevar a cabo el propio Ajuntament. El caso permanece abierto a la espera de nuevas diligencias.