Imagen de la retirada de la Cruz de los Caídos, el pasado 8 de septiembre. | Redacción Part Forana

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Los vecinos de Bunyola tienen hasta el próximo día 28 de noviembre para decidir qué colocar en el lugar que ocupaba la Cruz de los Caídos, retirada de las escalinatas de la calle Pare Cerdà el pasado 8 de septiembre, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. El Ayuntamiento da a elegir entre tres opciones: mantener el espacio vacío sin ninguna alternativa a la cruz, instalar una escultura de un artista local o mantener la jardinera y olivo que se colocaron en el lugar tras la retirada de la cruz.

Los vecinos podrán cumplimentar hasta el próximo 25 de noviembre un formulario colgado desde ayer en la web oficial del Ajuntament de Bunyola para decidir el nuevo espacio. Durante el 28 de noviembre, día de la Fira de Muntanya, el formulario también estará a disposición de los vecinos para que, quienes lo deseen, puedan rellenarlo a mano. El formulario requiere únicamente el número del Documento Nacional de Identidad (DNI) del votante y la elección de una de las tres opciones.

De la forma más discreta posible, el Ajuntament de Bunyola retiró el pasado 8 de septiembre la Cruz de los Caídos, erigida en septiembre de 1939 sobre las escalinatas que conectan la vía mencionada con la calle de Santa Catalina. Con el desmantelamiento, el Consistorio presidido por el alcalde Andreu Bujosa (EOB) se limitaba a cumplir con la Ley de Memoria Histórica, pese a que, desde hace 30 años, el monumento permanecía libre de cualquier referencia franquista. En el año 1991, el pleno del Ayuntamiento aprobó calificar sa Creu (que es como popularmente se conocía en la localidad) de «símbolo de democracia y convivencia del pueblo de Bunyola», al haber sido previamente descontextualizada de cualquier signo que recordara a la Guerra Civil o a la posterior dictadura militar. De su base fueron eliminados entonces los nombres de los vecinos que perdieron la vida con el bando ‘nacional’ en los tres años que duró la contienda.

Ahora, retirada la cruz, el Ayuntamiento colocó en el espacio que ocupaba el monumento una gran jardinera plantada con un olivo y el área municipal de Participación Ciudadana abrió una consulta popular, bautizada con el nombre Què hi posam?, para que los vecinos formularan sus propuesta de remplazo. Eso sí, las propuestas debían cumplir con dos requisitos.

Uno: que fueran realizables en función de los recursos municipales y, dos: que fueran propuestas en línea con los programas electorales de las dos formaciones (Esquerra Oberta y PSOE) que conforman el equipo de gobierno.

El apunte

Las piedras de la cruz servirán para embellecer las aceras

El monumento de la cruz estaba formado por una estructura de hormigón forrada de piedra viva. El hormigón fue directamente destinado al reciclaje, mientras que los bloques de piedra sí fueron ‘salvados’ y guardados en el almacén municipal. Según el alcalde Bujosa, las piedras servirán en un futuro para embellecer aceras o demás espacios públicos. La retirada de la cruz suscitó opiniones encontradas: gente que la aplaudió y otra, de más edad, que aún sigue sin entenderlo. Por su parte, la oposición intentó hasta casi el último momento mantener el monumento y no moverlo de su lugar.