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Mallorca cuenta con una alternativa de ocio sostenible y accesible para todos los bolsillos. Los seis refugios del Consell, que vuelven a estar al 100 % de su capacidad desde el pasado 1 de octubre, han experimentado un antes y un después tras la pandemia del coronavirus.

La vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera de Sostenibilitat i Mediambient, Aurora Ribot, explica en un hilo de Twitter que más allá de estar cerrados a cal y canto durante estos meses de restricciones han aprovechado para hacer sustanciales mejoras en las instalaciones y servicios de los refugios.

En concreto, el Consell cuenta con una red de seis refugios en la Isla. El de Coma d’en Vidal, en Estellencs, que ofrece 22 plazas, el de la Muleta, en Sóller, oferta un total de 30 plazas, y hasta 31 plazas el refugio de Can Boi, en el municipio de Deià, si bien este último tan solo estará abierto de viernes a domingo. Además, el refugio del Pont Romà de Pollença dispone de 38 plazas para pernoctar, 42 en el de Tossals Verds y 52 plazas en el refugio situado en la finca pública de Son Amer, ambos edificios en el municipio de Escorca.

En el refugio del Castell d’Alaró, que gestiona la fundación Castell d’Alaró, se ofertan 30 plazas para pernoctar, mientras que en el refugio de Son Tries, que gestiona el club de montaña de Esporles, hay disponibles 16 plazas.

Además de los que ya están a la espera de recibir senderistas que quieran disfrutar de la naturaleza de Mallorca, la consellera ha anunciado que pronto sumaran dos lugares más a la oferta. La institución tiene previsto incorporar el de Galatzó y empezar a trabajar en el de Raixa.

Los excursionistas interesados pueden realizar sus reservas a través de la página web del Consell de Mallorca caminsdepedra.conselldemallorca.cat/refugis.