Actuaciones. En lo que llevamos de legislatura se han realizado obras de mejora y mantenimiento en diversas calles del municipio. | CAÑELLAS & PLANAS

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Ariany vive un año intenso de inversiones y trabajos que transformarán el pueblo, aunque conservando su carácter. Muy importantes han sido las inversiones para paliar los efectos de la pandemia, que se han concretado en lineas de ayuda para impuestos y que ha posibilitado un ahorro de un 40 & en el IBI, que se ha ampliado hasta el 50 por ciento para viviendas con energías renovables, familias numerosas o monoparentales. Las subvenciones para mascarillas y el apoyo al comercio local también han sido muy importantes estos últimos meses.

Las inversiones en infraestructuras tienen un gran proyecto en la conexión de agua con sa Marineta, que permitirá abastecer de agua potable a todas las viviendas del pueblo. La eficiencia energética es otro importante factor de desarrollo para Ariany, que se concretará en una inversión de 40.000 euros para la renovación de las farolas del pueblo por LED, que permitirán mayor eficiencia y ahorro.

Previamente al inicio de la pandemia se asfaltaron la mitad de los caminos rurales con el fin de crear una red de rutas cicloturísticas. Aquellos trabajos tuvieron un coste de 500.000 euros y continuarán este año con una inversión similar hasta tener toda la red terminada. Los trabajos de modernización y optimización del pueblo han incluido la reforma del espacio polivalente de la calle Billoch, con una inversión de 400.000 euros, la mejora de la accesibilidad de los baños del Casal de Cultura o la instalación de una silla salvaescaleras en el cementerio municipal. También está prevista la construcción de un aparcamiento para los usuarios del Casal de Cultura y del centro de salud.

El embellecimiento general del pueblo con la renovación de dotaciones de muchas de sus calles y la reforma de la plaza Major y de la zona deportiva, serán elementos claves en el futuro inmediato de Ariany.

Joan Ribot, alcalde de Ariany

Joan Ribot, alcalde de Ariany.
Sentir en común. Ribot valora la vida en su pueblo como la de una gran familia.

«Esta experiencia nos ha enseñado lo que realmente es importante»

El alcalde de Ariany tiene la seguridad de que su pueblo saldrá reforzado de la crisis vivida en los últimos meses. Su trabajo se esfuerza en conjugar la mejora de la vida de los vecinos y el consolidar el nuevo espacio del pueblo en el panorama turístico.

¿Qué se ha aprendido de esta pandemia?
— Esta experiencia nos ha enseñado lo que realmente tiene importancia, nos ha hecho tener una conciencia y una mentalidad distintas. Por ejemplo, el comercio local saldrá reforzado de esta experiencia. Otro factor muy importante será el nuevo papel en el sector turístico del pueblo. Lo que el cliente busca ahora es la tranquilidad de los pueblos del interior, un nuevo turismo de calidad en el que localidades como la nuestra serán claves.

¿Tenemos más cerca la vuelta a la normalidad?
— Volver a la normalidad va a ser complicado. La COVID será un elemento más de nuestras vidas, hay que aprender a convivir con la enfermedad y solo entonces volveremos a una relativa normalidad.

¿En que se verá transformado Ariany?
— Creo que sobre todo echaremos de menos el tú a tú, la proximidad con los demás, que ahora se ha perdido. A la gente le cuesta más ahora socializar, pero aún así confío en que no se pierda nuestra identidad y el encanto del pueblo. En Ariany somos como una gran familia, todos nos conocemos. Tendremos que acostumbrarnos a ese nuevo turismo que traerá más visitantes, pero que será positivo para todos.

Joana Maria Pascual, regidora de Serveis Socials

MALLORCA. POLITICOS. JOANA MARIA PASCUAL, PRESIDENTA DE LA MANCOMUNITAT DEL PLA.
Joana Maria Pascual, regidora de Serveis Socials.

«Ya antes de la crisis éramos un pueblo muy solidario»

Joana Maria Pascual es la responsable del área de Serveis Socials del Ayuntamiento de Ariany. Desde su experiencia en este departamento valora negativamente para la sociedad lo vivido desde el inicio de la pandemia, hace ya más de un año. «Esta crisis no nos ha traído nada bueno. Hay muchas familias o colectivos como el de las personas mayores que lo han pasado especialmente mal» afirma sin rodeos. Los servicios sociales en el pueblo están mancomunados, pero aún así se ha debido de ampliar de 5 a 6 los trabajadores para poder atender toda la demanda. Sin embargo el tejido social de Arinay ha respondido a la situación ya que «normalmente ya éramos un pueblo muy solidario». En este tiempo se ha tenido que ofrecer apoyo y cobertura a mucha gente mayor, ya que «el nuestro es un pueblo muy envejecido, con un porcentaje de mayores de 80 años muy alto». Por ello el ámbito en el que los Serveis Socials más se han tenido que esforzar ha sido el de la ayuda a domicilio de estas personas de edad avanzada. Otro foco de atención ha sido el de las ayudas para hacer frente a los gastos de vivienda o necesidades tan básicas como la alimentación: «Desde el departamento se abre un expediente, se examina la situación de esas personas y se ve en que se las puede ayudar» relata Pascual.