Imagen de archivo de Domingo Bonnín con un cajón de llampugas. | Amalia Estabén

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La llampuga regresará esta semana a las paradas de los mercados. Este miércoles, 25 de agosto, arranca la temporada de la llampuga, una de las campañas más consolidadas para los pescadores profesionales de la Isla. Si bien es cierto que el inicio de la temporada coincide con la pesca de la langosta y hay menos embarcaciones que opten por este tipo de pescado, a medida que avanzan las semanas la llampuga se convierte en la protagonista de la lonja y también en muchos puestos de las pescaderías.

Un total de 34 embarcaciones se dedicarán esta temporada a faenar la llampuga. En Palma habrá 3 barcas; 4 en Andratx; otras 4 en Sóller, dos en Pollença, Portocolom y Santanyí: y una en Porto Cristo y la Colònia de Sant Jordi. Los puertos con más embarcaciones de artes menores dedicadas a esta especie son los tradicionales de Cala Rajada (hasta 8 barcos) y Alcúdia (con 7 barcas), según apuntan desde la Federació Balear de Confraries de Pescadors en lo que auguran que será una buena campaña.

Las expectativas, indica el secretario de la federación, Antoni Garau, es poder capturar entre 105 y 115 tonedalas de llampuga hasta que finalize la temporada el 31 de diciembre, lo que supondrá una buena temporada.

Cabe recordar que las cantidades máximas permitidas en cada embarcación están controladas por lo que cada barca puede pescar un máximo de 150 kg por día.

Garau recuerda que esta especie es un pez muy popular y aceptado en el mercado mallorquín ya que los precios son asequibles y también porque de cada pieza se aprovecha casi todo. Pese a ello, reconoce que hace unas dos décadas el consumo de la llampuga entró en un impotante declive.

Actividades como la Mostra de la Llampuga que se celebra cada año en Cala Rajada dio un importante impulso así como el sector de la restauración que «ha apostado por este producto de temporada con elaboraciones tanto tradicionales como más de vanguardia», añade Antoni Garau.

Consumo

En realidad, Mallorca, Sicilia, Malta y Túnez son prácticamente los únicos lugares donde este tipo de pesca tiene una importancia relevante. En Menorca y Eivissa no se pesca ni se consume llampuga ya que no hay tradición. En Mallorca, la mayoría de embarcaciones continuarán su pesca hasta mediados del mes de noviembre. Aunque la normativa europea lo permite hasta finales de año son pocas las embarcaciones que cierran el año con la llampuga, ya que diversifican otras pescas.

El precio medio de la langosta sube un 25 % respecto al año pasado

Después de un verano muy complicado para los pescadores profesionales de langosta, la campaña de este año ha resultado totalmente diferente. Desde la Federació Balear de Confraries de Pescadors corroboran que a partir del mes de junio el ritmo de capturas ha sido «espectacular y también ha venido acompañado por un incremento de los precios. En este sentido comentan que el precio medio ha subido en más de un 25 % respeto a los datos del año pasado cuando el sector de la restauración se vio fuertemente afectado por las restricciones motivadas por la pandemia de la COVID.