Los vecinos avisan del «riesgo de seguridad» para los bañistas en la playa de sa Marina.

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Los vecinos de sa Marina de Alcúdia llevan años en pie de guerra con los kitesurfistas que se desplazan a esta zona habitual para la práctica del deporte en la bahía de Pollença.

Cansados de promesas incumplidas, en marzo solicitaron al Ajuntament un compromiso escrito que incluye una serie de medidas a adoptar para mejorar la convivencia. Entre ellas la instalación de balizas y señalización de un canal de acceso autorizado para los kitesurfistas, el incremento de la vigilancia, la colocación de una pasarela para minusválidos y la contratación de un informador municipal que vele por el cumplimiento de los acuerdos los sábados y domingos de julio y agosto.

Hasta este viernes no había aparecido el informador. El regidor de Playas, Domingo Bonnín, informó esta semana de que «ya ha sido contratado y empezará este fin de semana». Los carteles «están en imprenta».

Pese a su enfado los vecinos distinguen entre las escuelas de kitesurf «que cumplen a rajatabla» y los kitesurfistas que acuden por libre y que «no respetan la normativa que dice que tienen que navegar a 300 metros de la costa». Temen por su seguridad.