En la parada municipal, junto al Espai 36, se encuentran los productos de 16 artesanos del municipio. | Assumpta Bassa

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El municipio de Sant Llorenç encierra, en su interior, todo un mundo de sabores y colores autóctonos. De la mano de sus artesanos se fabrican jabones totalmente naturales, originales mochilas o bolsos de mano, vestidos, confituras, quesos o aceites, entre otros productos locales de calidad.

El mercado semanal, que se celebra en el pueblo cada jueves, en verano está más animado que nunca ya que cuenta con muchos turistas que se acercan para degustar la gastronomía o conocer los atractivos culturales del municipio.

El Ajuntament de la localidad ha apostado por todos estos productores locales y cada semana muestra a los visitantes esta amplia oferta. De esta manera monta una parada, ubicada en el centro, junto al Espai 36, que alberga todas las confecciones de 16 artesanos del municipio. La idea, según explicó el alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós, es «impulsar el producto de proximidad a la vez que reactivar el tejido empresarial que tanto ha padecido las consecuencias de la crisis sanitaria». Ayer había un producto de estreno: un ketchup con especias de sobrasada que fue todo un éxito.

Oferta

El alcalde explicó que «la parada está atendida por una trabajadora municipal. Los artesanos llevan sus productos y se ponen a la venta». Así se pueden encontrar artículos originales como unas mochilas diseñadas durante el confinamiento, y que han sido un top de ventas entre los regalos escolares de este año. También hay jabones y geles que se venden a granel. Los clientes aportan el recipiente para mayor sostenibilidad.

Para dar todavía más impulso al comercio local, el Ajuntament trabaja en el cambio de esta parada que se verá mejorada en las próximas semanas. Una diseñadora, actualmente, está trabajando en un nuevo proyecto para hacer más atractiva la venta de todos estos productos.

Otra de las actividades que se han puesto en marcha durante el mercado semanal es S’hora del vermut. «La idea salió para prolongar el mercado y que los vecinos salieran a la calle. Tenemos un productor local de vermut y propusimos a los bares servirlos con una tapita». La iniciativa ha tenido muy buen acogida.

También los xeremiers se pasearon ayer por el centro con el objetivo de animar el mercado. Puigrós concluyó que «desde el Ajuntament estudiamos diferentes acciones para reactivar el tejido económico local».