Un viejo edificio muy aprovechado. La Escola Graduada alberga no solo a numerosas asociaciones culturales y cívicas de Muro, también tiene tres salas destinadas al Archivo Municipal, que serán liberadas cuando se inaugure el nuevo Arxiu en la antigua sede de la Cooperativa Agrícola de Muro.

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La reforma de la antigua Escola Graduada, un ambicioso proyecto que el Ajuntament de Muro no ha llegado a materializar por su elevado presupuesto y los problemas para encontrar financiación externa, pretende convertir este antiguo edificio en un gran centro cívico, cultural y social que albergue a las numerosas asociaciones que hay en el municipio. Aunque dejó de ser usado como colegio hace 11 años, cuando se inauguró el colegio de Primaria Guillem Ballester, desde el curso pasado tres de las aulas de la Escola Graduada están cedidas a Educació y vuelven a albergar a alumnos del colegio de Primaria, debido a la necesidad de dividir las clases en grupos burbuja más pequeños en prevención de eventuales brotes de COVID-19 en el ámbito escolar.

Més pide recuperar las canchas

Pese a que el Ajuntament no tiene redactado ni cuantificado un proyecto integral para la Escola Graduada, el debate sobre el futuro de este emblemático edificio en el que han estudiado varias generaciones de murers se ha puesto sobre la mesa a raíz del último pleno municipal. En la sesión de julio, el equipo de gobierno (CDM -PI-PP) aprobó destinar cincuenta mil euros al reasfaltado de una explanada situada en la parte posterior del edificio, que era el antiguo campo de fútbol. «La idea es asfaltar esta explanada para que la Policía Local pueda montar un parque de educación vial para los alumnos de los centros escolares de Muro», apunta el alcalde, Antoni Serra.

El portavoz de Més per Muro, Miquel Àngel Tortell, considera que esta cifra es excesiva para la utilidad que se le va a dar, y reclama que se recuperen las antiguas pistas deportivas, hoy en desuso, para que las puedan usar los jóvenes del pueblo. «Tenemos chavales entre 14 y 20 años, preadolescentes, que son expulsados de todos los sitios, no les permiten jugar en la plaza, ni detrás de la iglesia, ni en las pistas del polideportivo...; el campo de fútbol de sa Graduada se podría recuperar con una pista de futbito y de básquet para ofrecerles una alternativa de ocio a los jóvenes».

Pese a que se trata de un edificio considerable rodeado de un gran patio, sa Graduada resulta insuficiente para albergar a todas las entidades culturales, cívicas y sociales de Muro, la mayoría de las cuales ya utilizan esta antigua escuela para sus reuniones y ensayos: la banda Unió Artística Murera, el grupo de ball de bot Revetla d’Algebelí, los xeremiers Es Reginyol, los Dimonis, el Foment de la Cultura, entre otras.

«No sabemos si Educació volverá a necesitar esas tres aulas, aún no se han pronunciado y tenemos una gran falta de espacios porque en Muro hay muchas asociaciones y muy activas», apunta el concejal de Cultura, Miquel Porquer. «Nos gustaría ceder un local para los jóvenes pero no hay aulas vacías», añade.