En sa Font de sa Cala la basura llenaba las aceras. La huelga deja su huella en la zona costera.

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En Capdepera la temperatura este miércoles estaba al rojo vivo. El termómetro superaba los 32 grados. Las playas estaban llenas de turistas, en remojo o tomando el sol, pero donde se notaba realmente el calor y donde ardían más los vecinos era a pie de calle. Y es que la huelga de los trabajadores de la recogida de basuras, iniciada el pasado domingo, ha dejado estos días su huella y su ‘aroma’ en todo el municipio.

Este miércoles era la cuarta jornada de protesta y los ánimos, a primera hora de la mañana, estaban bien caldeados. La imagen que se podía apreciar en todo el término municipal no era la fotografía idílica para quien quiere ser un destino turístico de referencia. Contenedores llenos, bolsas de basura en el suelo, acumulación de residuos y un hedor insoportable en algunas calles. Esta era la postal que se podían llevar de recuerdo los turistas.

En el pueblo la vida continuaba con relativa normalidad, porquería aparte, y como cada miércoles, el tradicional mercado llenó el centro de visitantes que acudían a ver si había ocasión de comprar producto local: panades, ensaïmades o sobrassada.

Mientras los turistas recorrían las diferentes paradas o se sentaban en las terrazas de la plaza Orient a hacer una cervecita o un cortado, enfrente, junto a la parada del bus, reposaban bolsas de basura, cartones y botellines de cerveza, a la espera de que los servicios mínimos hicieran un repaso por la ciudad y retiraran lo que más daña a la vista.

Entretanto los gabellins iban a hacer la compra diaria. Los conocidos de toda la vida se paraban a saludarse y los comentarios iban en el mismo sentido. «Que vergüenza esto de la basura. Lo que tendríamos que hacer todos es dejar las bolsas frente al ayuntamiento. Esto no se puede aguantar». «Oh my God!» comentaban algunos sin profundizar más y sin interesarse demasiado por la movida. Y es que estando de vacaciones hay cosas que pasan a segundo plano.

La zona costera se ha visto también muy afectada en pleno mes de agosto. En las avenidas principales, como la de Leonor Servera o la de Cala Agulla, no había demasiada basura acumulada. Curiosamente tampoco frente a los grandes hoteles o en las zonas junto a las playas. Sin embargo en algunas calles paralelas, donde hay ubicados los diferentes contenedores si que se acumulaban grandes cantidades de basura y un fuerte olor.

Los servicios mínimos, (según un decreto de Alcaldía) tenían que ser del 60 %, pero según denunció el Ajuntament no se han cumplido. Incluso los trabajadores recibieron cartas pidiendo explicaciones al respeto. Y es que para los sindicatos era excesivo y ya anunciaron que tienen el tema en manos de los abogados y que va a ser el juez quien tenga la última palabra.

Por otra parte, ayer por la tarde se reunieron trabajadores, empresa y Ajuntament con la directora general de Treball, Virginia Abraham, para acercar posturas y llegar a un acuerdo. La empresa ofreció un principio de acuerdo que incluía una subida salarial de un 7,5 % en tres años y el compromiso de crear una mesa y que cuando haya convenio autonómico estos se incluirían, según apuntaron desde CCOO y confirmó el alcalde, Rafel Fernández.
Los trabajadores tenían que votar ayer noche si aceptaban la medida. Hoy, a las 16 horas, se volverán a reunir todas las partes y anunciarán su decisión. Al cierre de esta edición los trabajadores todavía estaban reunidos y no se había tomado una decisión en firme.