Desigual. Las cosechas han sido desiguales según las zonas. Mientras en Ariany, Maria, Vilafranca o Sineu han sido similares a las del año pasado en Campos o Llucmajor han sido completamente nulas.

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La sequía y las lluvias a destiempo han afectado de lleno la producción de cereales de este año. Ya lo avanzaron el pasado abril los ganaderos de Campos cuando solicitaron un plan de choque urgente ante las reiteradas sequías que mermaron los forrajes para los animales. Ahora, cuatro meses después, los malos augurios se han confirmado. La campaña de la cosecha ha disminuido una media del 40 % respecto al año anterior.

Cabe señalar que la recolección ha sido dispar según las zonas de la Isla. Así lo apunta el gerente de Asaja, Joan Simonet, quien destaca que en el Pla de Mallorca la cosecha ha sido entre un 10 y un 20 % inferior a otros años. «Estas son las zonas consideradas ‘buenas’ que siempre reportan una gran rentabilidad, aunque el grave problema ha sido para los payeses de las zonas llamadas más ‘pobres’, del sur y Migjorn, donde se han perdido casi por completo las cosechas. En estas zonas la reducción ronda entre un 80 y 90 % de las plantaciones», lamenta el gerente de la organización agraria.

También desde las Cooperativas Agroalimentarias reconocen que la campaña no ha sido buena. Aseguran que en el conjunto de Balears se estima que se han recolectado unas 48.000 toneladas de cereales en una superficie que supera las 38.000 hectáreas. No en vano hay que recordar que el cultivo de cerales es uno de los más importantes en Mallorca.

«La lluvia a destiempo ha reducido un 40 % la campaña del cereal. La espiga no tenía fuerza al estar encañada casi ya seca no pudo salir», explica el gerente de la Cooperativa de Sant Joan, Toni Galmés.

Variedades

Por su parte, el responsable de suministros de Camp Mallorquí, Gaspar Miralles, confirma que la zona centro ha sido la menos afectada ya que las variedades cultivadas son de ciclo corto y autóctonas, por lo que han aguantado un poco más la falta de precipitaciones. «Este año lo que ha aguantado más ha sido el trigo; mientras que la avena se ha visto muy afectada», ejemplifica Miralles.

Desde Camp Mallorquí recuerdan que la preocupación del sector también radica en que hay carencia de semillas autóctonas de cebada y avena mallorquina. «La Conselleria
subvenciona parte de las semillas seleccionadas para la nueva plantación, pero los precios son mucho más elevados para los payeses», explica Miralles.

En las zonas del Pla donde el rendimiento es bueno, se han recolectado 1.600 kilos de cebada por hectárea, mientras que de trigo se han recolectado unos 2.300 por hectárea.

Precios

Los precios, según apunta Simonet, rondan los 21 céntimos para la cebada y entre 0,19 y 0,20 euros el trigo. El grave problema será «para aquellos productores que además de cerealistas también tienen animales. En este caso no les bastará el grano recogido y deberán comprar más, a precios elevados», comenta Simonet. Un punto que también recalca Toni Mestre de Unió de Pagesos. «No hemos podido recolectar suficientes pacas de avena, por lo que poder dar de comer a los animales será este año muy caro». Asegura que en la actualidad «si una explotación de ovejas tiene que comprar toda la comida -no produce- es totalmente inviable», recuerda ya que parte de estos forrajes deben traerse de la Península.