Buena parte del comedor del centro escolar deberá ser derribado. | Joan Socies

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El Ajuntament de Llucmajor deberá derribar una parte del CEIP Urbanitzacions del núcleo de Puigderrós. Estos día se ha recibir la notificación del Tribunal Superior de Justicia de les Baleares (TSJIB) en la que comunica que rechaza la última propuesta del consistorio y hace ejecutar la sentencia del año pasado.

Está última resolución viene después de que en septiembre del año pasado el TSJIB ya dictará sentencia. Pero entonces, entre los vecinos denunciantes y el ayuntamiento, se abrió un período de negociación para evitar el derribo. Es un debate que ha terminado sin acuerdo. Según los vecinos, la insistencia del equipo de gobierno de construir un campo de fútbol en los terrenos anexos al colegio ha motivado la falta de acuerdo.

El alcalde de Llucmajor, Éric Jareño (PP), manifiesta que «desde el Ayuntamiento se ha hecho todo lo posible y lo imposible para intentar evitar la demolición, siempre siguiendo las recomendaciones técnicas. En ningún caso nosotros queríamos esta solución».

El derribo afecta una franja de cuatro metros que obligará a demoler diferentes espacios del centro, como la entrada y salida de servicios, la cocina, el comedor y la biblioteca.

Por su parte, la regidora de Educació, Xisca Lascolas (PP), explica que «ya hemos comunicado la decisión judicial a la escuela y ya estamos trabajando en rehacer el programa de actuación». «El retranqueo afectará más metros de los que teníamos previstos y nos obligará a remodelar toda la escuela, empezando por la entrada que es una de las zonas afectadas», señala Lascolas.

En este sentido, afirma que «nuestro objetivo es trabajar de la mano con la Conselleria d’Educació» y «desde el Ayuntamiento ya hemos empezado a trabajar en la elaboración del plan de actuación y la temporalización de las obras». La responsable de Educació de Llucmajor añade que «este curso escolar no se verá afectado».