Antoni Puig Palerm resultó ganador del premio Ciutat de Manacor.

TW
14

Antoni Puig Palerm (Manacor, 1974) es licenciado en Historia y Doctor en Historia Antigua y Arqueología por la Universidad de Barcelona. Su tesis versa sobre la integración de Mallorca en el mundo romano, así que ha estudiado el mundo indígena antes de la llegada de Roma a Balears. Es profesor colaborador en la Universitat Oberta de Catalunya y ejerce como arqueólogo profesional codirigiendo diversos proyectos de investigación, difusión y restauración del patrimonio arqueológico en Mallorca. Divulga el patrimonio a través de IB3 Ràdio y es una persona muy dinámica dentro del mundo asociativo Manacorí. Su último hito ha sido ganar el Premi Ciutat de Manacor d’Assaig Antoni M. Alcover con un trabajo titulado Mallorca i la conquesta romana de les Gimnèsies.

¿Mantenemos la fecha del año 123 a.n.e. para la conquista romana de Mallorca?
— Sí. Esto sigue así. Pese a que la historia no son fechas seguras, exactas. Se mantiene el mandato de Quinto Cecilio Metelo, 123-121 a.n.e. cómo el de la conquista de la Isla.

¿Qué sé encontró el primer romano que llegó a las Gimnèsies?
— Quinto Cecilio no fue el primer romano en pisar la Isla. Él es el primero en disponer de poder para conquistar Mallorca. Pero antes otros habían tenido contacto con los habitantes de aquí. También es fácil caer en el tópico que todos los romanos eran perfectos ciudadanos romanos con toga y esto no era así. En sus conquistas enrolaban gente y los llevaban a otros territorios como colonos. Los que trajeron aquí podrían ser de Hispania. Antes de la conquista seguro que había existido contactos con los isleños, pero no fue hasta que el Senado da su visto bueno y viene un personaje de una familia importante que se consigue la conquista. A buen seguro que Quinto Cecilio buscaba con la conquista un botín, pero también honor, méritos militares y la distinción que le otorgó.

¿Somos herederos de aquella cultura?
— Hoy aún se estudia derecho romano y hablamos una lengua derivada del latín. Sin duda la conquista romana fue el gran cambio. Los romanos nos traen la moneda, las instituciones. Aquellos pueblos indígenas no entendían, por ejemplo, lo de pactar con Roma, para ellos Roma era una entelequia, ellos pactaban contigo y no entendían que si después venía otro general romano se pudiera mantener el mismo pacto. Ahora nosotros esto lo tenemos claro, sabemos que es pactar con Roma. De hecho tenemos la Constitución de 1978 a la que, una gran mayoría, no hemos votado. Sin duda la llegada de los romanos fue una revolución.

¿Cuál es la situación de la arqueología en Mallorca?
— Mucho mejor que antes. ¿Para tirar cohetes? ¡No! Al menos ahora no se pierde patrimonio. Hay control y se intenta poner en valor. Necesitas instituciones que hagan cumplir las leyes y necesitas museos y un mundo profesional. Necesitamos empresas y profesionales autónomos. Se ha hecho mucho trabajo, principalmente de abajo a arriba. Desde los ayuntamientos. Sin duda la mejora de la formación de la población ha repercutido en la mejora del patrimonio. En los años setenta era David contra Goliat. Si se vuelve a reducir la formación será fatal para el patrimonio.

¿Qué significó para usted alzarse con el premio Ciutat de Manacor?
— La pandemia me dio más tiempo y pensé que podría ser buena idea ampliar un capítulo de la tesis doctoral y hacer un libro. El ejercicio era transformar un texto académico y explicarlo para todos los públicos. He tenido en cuenta todas las teorías y poner las cosas en su sitio ya que incluso en el mundo académico hay muchos tópicos. Por ello he intentado explicarlo de manera sencilla.

La semana pasada vimos como una empresa especializada en restauración dañaba un relieve y parte de la muralla romana de Tarragona...
— Desgraciadamente puede pasar. Por ello es muy importante la figura de los técnicos de Cultura en los ayuntamientos. Sin ello es difícil seguir unos criterios. Hay algunos políticos que tienen ideas y algunas veces pueden pasar estas cosas. Una empresa tal vez puede restaurar fachadas del siglo XIX pero no un yacimiento. La administración tiene agujeros y es un peligro.

¿El futuro de la arqueología pasa por la consolidación o por la búsqueda de nuevos hallazgos?
— No puede haber una cosa sin la otra. Se debe trabajar en paralelo en la búsqueda y la restauración y el estudio. Se debe consolidar el sector en toda su amplitud. Si se hace una política coherente y que de seguridad al sector ayudará.