Histórica marcha reivindicativa de Caimari a Selva en 2016 pidiendo una escuela nueva. | Elena Ballestero

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La Conselleria d’Educació prevé financiar con fondos procedentes de la Unió Europea la construcción de la nueva escuela de Caimari lo que obliga a que esté finalizada en 2023, dando así cierta esperanza a la comunidad educativa que reivindica desde hace más de una década el nuevo colegio y ya ha perdido la paciencia.

El director general de Planificació i Centres, Antoni Morante y el gerente del Institut Balear d’Infraestructures i Serveis Educatius (Ibisec), Miquel Coll, recibieron ayer a una representación de la Asociación de padres y madres de alumnos y al director del CEIP Ses Roques, Toni Boyeras.

Las familias habían solicitado el encuentro al haber transcurrido casi dos años y medio desde que el conseller Martí March se desplazara en persona al llogaret para presentarles las líneas básicas del proyecto del esperado centro educativo con una inversión de 2,8 millones. El conseller dijo en su visita en febrero de 2019 que la previsión era que las obras pudieran comenzar el último trimestre de aquél año. Los alumnos asisten aún provisionalmente a clase a Ca ses Monges.

En la reunión técnica celebrada este lunes en el Ibisec los responsables de Educació repasaron el estado del proyecto junto a sus técnicos. «Está muy avanzado pero aún quedan unos meses para acabarlo. Lo que queremos es que, mientras se acaba el proyecto, el ayuntamiento haga la dotación de servicios del solar. Si tienen el solar a punto se podría licitar el proyecto a finales de 2021 o principios de 2022», explican fuentes de Educació. La dotación de servicios se adjudicó en octubre de 2020. El centro de una línea, tendrá capacidad para 225 alumnos.