Miembros del IMAS junto a dos de los representantes familiares que acogerán a los menores. | Juanjo Roig

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Cuatro menores extranjeros no acompañados que se encuentran en centros del IMAS tendrán la oportunidad de ser acogidos por una familia mallorquina de origen senegalés gracias al programa pionero en España que ha puesto en marcha el Institut Mallorquí d’Afers Socials.

En la sala de actos del Museu del Calçat de Inca se celebró el jueves por la tarde la última sesión del curso de formación obligatoria previo al acogimiento de estos chicos de entre 14 y 17 años que residirán con su nueva familia hasta que tengan 18 años. Los cuatro representantes de las familias acogedoras (de Alcúdia, Can Picafort, Cala Millor y Palma) han trabajado pautas educativas y emocionales para ayudar a estos jóvenes a integrarse en la sociedad y que se prepararen para la emancipación.

El presidente del IMAS, Javier de Juan, destaca que «estos chicos han tenido que tomar decisiones de adultos mucho antes de lo que les corresponde por edad, a sobrevivir ante la adversidad y a seguir adelante sea cual sea su situación. Siguen siendo niños muy vulnerables, con necesidades de protección y que merecen una oportunidad de futuro».

Para arrancar con esta iniciativa, desde el IMAS contactaron con la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en Balears, con el objetivo de encontrar familias residentes que quisieran acoger a menores procedentes del país o de zonas cercanas.

La respuesta ha sido excelente y durante el acto en el Museu del Calçat, los representantes familiares que ahora optan al acogimiento aseguraron a Javier de Juan que «habrá más familias que menores por acoger. Nuestro pueblo se caracteriza por no dejar a ninguno de nosotros atrás», explicaba Issacha-Mbaye Seck, que lleva 29 años residiendo en Mallorca y que llegó a España en una patera.

Por su parte, Mbathio Ndioye, residente en Cala Millor, es madre de dos hijos que ahora viven en África y acogerá a un menor extranjero no acompañado «porque veo que es una forma de ayudar». Desde Alcúdia, Abdou Khoudousse, indicó que «será muy positivo para ellos que tengan una familia de acogida con la misma cultura, lengua y forma de vida. Han pasado muchas penurias y han llegado aquí a oscuras. Somos muy acogedores y no podemos consentir ver a un paisano desamparado».

La iniciativa está abierta a cualquier persona interesada y la Direcció Insular d’Infància i Família ha contactado entidades de ciudadanos marroquíes o argelinos en Mallorca para que participen en este programa.