Los agentes vigilan para que los usuarios de las playas puedan disfrutar del baño.

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El servicio de policía de playa de Capdepera ha vuelto a ponerse en funcionamiento esta temporada para controlar las playas del municipio y aumentar el control contra las actividades ilícitas. Cuatro agentes velan a diario por el cumplimiento de las ordenanzas municipales. Además, en momentos de máxima afluencia, se cuenta con el respaldo de Protección Civil.

Desde mediados de junio desde las 9:30 horas hasta las 18 horas, los policías se encargan de vigilar las diferentes playas del municipio. Desde hace varios años el Ajuntament implantó este servicio con el objetivo de proyectar una buena imagen en el exterior y que el principal atractivo turístico, como son las playas, se conserven en buen estado.

Las ordenanzas municipales prohíben la venta ambulante, los masajistas, la entrada de vidrio en las playas, el uso de aparatos musicales a todo volumen o la publicidad dinámica.

La regidora de Policía, Carmen Corraliza, explicó a este periódico que «habitualmente se encargan de controlar la seguridad, que no entren botellas de vidrio en la playa, que se respeten las áreas protegida o la venta ilegal. Ahora también han de vigilar por el cumplimiento de los protocolos sanitarios impuestos por la COVID».

La responsable de Policia destacó que «el balance hasta el momento es positivo. De momento todo ha sido muy tranquilo y hemos contado con el refuerzo de Protección Civil. Hay que tener en cuenta que hay muchas playas». La unidad de playas funciona toda la temporada y conciencian a los visitantes de la necesidad de ser respetuosos con el entorno.

Protección Civil también presta sus servicios.