La pequeña feria –este año, un mercado– dedicada al albaricoque ha conseguido consolidarse como un evento gastronómico de calidad. La exclusividad de dedicar la convocatoria a un único producto y la calidad y la proximidad derivadas del kilómetro cero sirven de atractivo a los visitantes. | Joan Socies

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El albaricoque, el fruto en todas sus versiones y combinaciones gastronómicas, sigue siendo un valor en alza en su pueblo por antonomasia, Porreres. Un mes de actos dedicados al producto o la creación de un campo experimental de albaricoqueros han marcado la edición de este año del Mes de l’Albercoc.

Ayer, el municipio acogió el acto central del mes dedicado a este sabroso fruto, el Mercat de l’Albercoc. La cita ha vuelto con fuerza después de la situación vivida este último año. El parque de n’Hereveta acogió media docena de paradas en las que se podía adquirir tanto albaricoques frescos, mermeladas, orejones (albercocs secs) o cocas y ensaimadas. Todo ello con el albercoc de Porreres como producto estrella.

La eclosión esta misma semana de la variedad galta roja, una de las más apreciadas, sirvió a los productores para ofrecer un buen producto. Los vendedores mostraron su satisfacción por el buen ritmo de ventas.

Hay que señalar que este año no se realizó el tradicional concurso de xapar albercocs pero si que en la parada de la Cooperativa se podía ver el proceso de corte de los frutos para su posterior desecado y conservación.
Campo experimental

Más allá de la venta de albaricoques la edición de este año ha servido para presentar un proyecto impulsado desde el Ajuntament de Porreres, la Cooperativa local y la Associació de Productors d’Agricultura Ecològica de Mallorca (Apaema). Según explica el técnico de esta entidad, Miquel Serra «se creará una finca experimental en la que se plantarán las variedades de albaricoqueros más populares, junto a las variedades más propias de Porreres (moscatell, galta roja, bord capona, inquer, lluentó, morro de bou, murtó, palou, primerenc y esperança)». Junto a ello y para completar la plantación Serra indica que «también introduciremos árboles más modernos para conocer su evolución en unos momentos que cada año hace menos frío y conocer su adaptación a la tierra de Porreres y la comarca».

Desde el Ajuntament, la alcaldesa Xisca Mora, indica que «hablando sobre el producto con la Cooperativa y Apaema surgió la posibilidad de contar un con campo experimental que nos sirviera por una parte para preservar las variedades de albaricoqueros de Porreres y de la Isla y por otra para poder dar a conocer el producto a los escolares».

En estos momentos la Conselleria de Agricultura ha dado su visto bueno al proyecto y desde el Ajuntament de Porreres están a la espera de poder firmar un acuerdo con un vecino de la localidad que les cederá una cuarterada para poder realizar la plantación.
El Ajuntament mantiene su apuesta firme para promocionar el producto.