La planta de Son Bosc, junto a s’Albufera. | Ultima Hora

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El conflicto por la construcción de una depuradora en Can Picafort vuelve a estar sobre la mesa. El próximo 5 de julio finaliza la vigencia del Documento de Impacto Ambiental (DIA) de este proyecto que lleva encallado desde que en 2005 los ayuntamientos de Muro y de Santa Margalida firmaran un convenio a tres bandas con la conselleria de Medi Ambient con el objetivo de construir una nueva planta de aguas residuales para el núcleo turístico perteneciente al municipio de Santa Margalida.

Ahora, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha remitido una carta a todas las partes avisando de la próxima caducidad del DIA y solicitando si consideran que debe prorrogarse su vigencia por dos años más. Esta infraestructura no ha llegado a ejecutarse por diversas vicisitudes, desde la oposición frontal al proyecto por parte del alcalde Santa Margalida, Joan Monjo; el cruce de contenciosos administrativos entre ambos ayuntamientos y entre estos y la Conselleria que siguen sin resolverse en los tribunales, o la falta de estabilidad en el Gobierno central en años anteriores.

Las partes

De momento, solo se ha pronunciado el Ajuntament de Muro, que apoyará sin dudar esta prórroga, con la esperanza de que se construya la instalación y en un futuro pueda disponer en exclusiva de la depuradora de Son Bosc, liberándola de la sobrecarga que supone tratar las aguas de los dos núcleos especialmente en verano. El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, asegura que agotará los plazos para contestar a la consulta del Ministerio, aunque todo hace prever que su respuesta será negativa, pues desde su llegada a la alcaldía en 2016 ha rechazado el proyecto por incluir un emisario submarino que vertería las aguas tratadas mar adentro frente a la playa de Son Bauló. Fuentes de la Conselleria de Medi Ambient admiten que han recibido la consulta pero declinan avanzar cuál será su respuesta. Desde Abaqua y Recursos Hídrics, ambos organismos de Medi Ambient, han defendido la construcción de la EDAR de Can Picafort todos estos años frente al Ministerio, que es quien financia la construcción.

Son Bosc
La construcción de una depuradora en Can Picafort está motivada por la sobrecarga que padece la de Son Bosc, junto a s’Albufera, a donde van a parar las aguas si hay una avería grave como la ocurrida en 2016, en la foto.

Avances en la tramitación

El Gobierno central ha realizado la consulta a 16 entidades, entre ellas las ecologistas SEO Birdlife y GOB. Pese a la batalla del alcalde de Santa Margalida contra el proyecto con recursos contenciosos y una carta al Ministerio remitida en 2020 advirtiendo de que si la construye, no le cederá las aguas residuales, la tramitación sigue su curso, aunque muy lentamente. En mayo de 2020, la empresa pública Acuaes aprobó el pliego para licitar la redacción del proyecto de la depuradora y el anteproyecto del emisario submarino, por un importe de 446.827 euros, e inmediatamente Monjo anunció que lo impugnaría. La construcción en sí, prevista en los Presupuestos Generales del Estado, ronda los 19,2 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 12 meses.

Los antecedentes

La depuradora compartida de Son Bosc sufre sobrecarga

Platges de Muro y Can Picafort comparten la depuradora de Son Bosc, ubicada en el término de Muro en una zona sensible, junto a s’Albufera. Ante el crecimiento de ambos núcleos turísticos y la saturación de la planta, en 2005 ambos ayuntamientos y Medi Ambient firmaron un convenio para construir una nueva depuradora en Can Picafort. El proyecto sería financiado por el Gobierno central.

El Ajuntament de Santa Margalida se opone al emisario submarino

Mientras el proyecto seguía su larga tramitación, en 2016, Joan Monjo llegó a la Alcaldía de Santa Margalida y se convirtió en el principal opositor a la construcción del emisario submarino asociado a la depuradora. Desde entonces, Monjo ha mantenido un enfrentamiento feroz con el área de Recursos Hídrics del Govern y ha propuesto una alternativa de depuradora terciaria con reutilización del agua para regadío.

La gestión de las depuradoras acaba en un cruce de contenciosos

Medi Ambient considera que el proyecto debe seguir adelante y evitar más retrasos. En 2020, Abaqua dio por extinguidos los convenios que le vinculaban a Muro y la Vila y les pide a ambos ayuntamientos que asuman ellos dos la gestión de Son Bosc. Muro se opone a esta solución. En abril de 2021, tras fracasar las negociaciones, se produce un nuevo cruce de contenciosos entre las tres administraciones.