El faraónico edificio del Molinar está totalmente infrautilizado por el pueblo de Montuïri. En la gran sala ensaya la banda de música y se hacen algunas actividades. | Maria Nadal

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Lo que tenía que ser un ambicioso ecomuseo en la zona del Molinar de Montuïri se ha quedado en una simple sala de grandes dimensiones.

La legislatura del 2003 al 2007, en la que gobernaba Jaume Matas en el Govern y Biel Matas en el Ajuntament, fue el mandato de los grandes proyectos y algunos aún están sin terminar 15 años después, como es el caso del gran edificio de Montuïri. La idea era la de levantar una construcción que albergara un museo integrado en el paisaje pero, al final, quedó solo en una gran sala. La inversión total ha sido de más de 3 millones de euros.

La inyección económica inicial fue de 1,6 millones de euros de una línea de desestacionalización que mandó la Conselleria de Turisme cuando Joan Flaquer estaba al frente. Con este presupuesto se iniciaron las obras, que nunca se terminaron. Quedaron tres salas de exposición a medio hacer que, a día de hoy, aún están llenas de escombros y material de obra. Con la llegada de la crisis en 2008, se habilitaron dos partidas del Plan E del Gobierno central (casi 700.000 euros) que sirvieron para terminar la plaza y acondicionar la sala que ahora se usa para ensayos de la banda de música o para actividades municipales. A todo esto se deben sumar los 621.000 euros que el Ajuntament pagó a los propietarios de los terrenos en 2015 después de que el Consistorio no cumpliera con su compromiso de recalificar unos terrenos rústicos a cambio del solar del Molinar.

A ningún lugar

Al igual que el Palma Arena, el ecomuseo de Montuïri también cuenta con un ascensor que no ha funcionado nunca, y en la sala polivalente se instaló un proyector de gran calidad que ni siquiera está conectado. El bar de la entrada tampoco ha funcionado nunca como tal.

Aunque en los últimos años se han organizado algunos eventos en esta infraestructura, el uso que se le da al espacio es poco debido a su ubicación en un extremo del pueblo. Por otra parte, las tareas de mantenimiento son muy costosas por lo que se ha convertido en un edificio infrautilizado y sobredimensionado para el municipio.

Tres salas del ecomuseo aún están en obras y llenas de escombros casi 15 años después de inciar las obras.