Imagen de las nuevas barreras de madera de la Serra de Tramuntana. | Agencias

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La Conselleria de Mobilitat i Infraestructures del Consell de Mallorca sustituirá el 90 % de los guardarraíles metálicos que hay en las carreteras de la Serra con el objetivo de «mejorar la seguridad y reducir el impacto visual». Así lo explicó este martes en el mirador de Pedra en Sec de la carretera de Lluc el conseller de Mobilitat, Iván Sevillano.

La elección del escenario para la presentación del proyecto no es aleatoria y es que en junio se cumplirán tres años de la muerte del ciclista Miquel Pol a solo unos metros del mirador. Miquel Pol se precipitó por un barranco de unos 15 metros al tratar de esquivar a una cabra que se le cruzó en el descenso de Lluc.

Prevención

El padre de Miquel Pol, Joan Pol, ha luchado y reivindicado desde entonces ante la Administración que se adopten medidas para evitar que se produzcan tragedias como la que ha vivido su familia. En el punto en el que se despeñó Miquel Pol no había ninguna barrera capaz de frenar su caída en el momento del accidente. Este martes Joan Pol agradeció al departamento de Sevillano que haya atendido sus demandas. Aprovechó además para pedir «un control más efectivo de la población del ganado en la Serra para evitar que escapen de los cercados y puedan provocar accidentes».

El proyecto de sustitución e instalación de nuevos sistemas de protección en las carreteras de la Serra de Tramuntana tiene un presupuesto de 2,7 millones de euros y durará seis meses. En total se remplazarán 32.000 metros lineales de guardarraíles metálicos por otros mixtos acabados en madera. Se protegerán además 5.000 metros lineales de carreteras en los que hasta ahora no había quitamiedos.

En los puntos más peligrosos (especialmente en las curvas que bordean barrancos) se instalarán faldones de salvaguarda metálicos en la parte baja del guardarrail de madera diseñados con el objetivo de dar mayor seguridad a los ciclistas y motoristas, en caso de accidente. Estos faldones metálicos están coloreados en marrón para integrarlos en el entorno. El proyecto afecta a 12 carreteras de 14 municipios de la Serra de Tramuntanta. Concretamente a Valldemossa; Banyalbufar; Alaró; Bunyola; Escorca; Fornalutx; Selva; Mancor; Pollença; Sóller; Deià; Estellencs; Santa Maria y Puigpunyent. A la presentación del proyecto asistieron los alcaldes de Escorca (Antoni Solivellas); Selva (Joan Rotger); Valldemossa (Nadal Torres), Banyalbufar (Mateu Ferrà) y el regidor de Urbanismo de Sóller, Jaume Bestard. Mateu Ferrà aprovechó la ocasión para pedir al conseller que «en los tramos de carretera en los que la cuneta sea suficiente se habiliten carriles para ciclistas».