El trabajo lo coordina una monitora que es artista fallera. | Juanjo Roig

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Los usuarios de la residencia Sa Creu del Patronat Joan XXIII de Inca tienen la suerte de contar con la monitora Mercé Muntaner, técnica superior artista fallera y de construcción de escenografía.

De su mente creativa nació la idea de montar una falla que escenificara el duro año de pandemia. «Propuse a la directiva construir un cohete rodeado de niños que simbolizara las ganas que todos tenemos de ‘enviar’ la COVID-19 al espacio exterior», explica Mercé Muntaner.

Considera que «ha sido un año muy duro, de muchos cambios, para los usuarios de la residencia y queríamos valorar el esfuerzo que estas personas con disfunción intelectual han realizado. Ahora que ya estamos vacunados es cuando empezamos a ver un poco de luz al final del túnel», concluye la artista fallera.

Con la ayuda de la terapeuta ocupacional Catalina Mayol han dedicado estos días a crear los ninots y a construir la falla en el patio de la residencia. Como manda la tradición fallera, el cohete, que está decorado con las huellas de las manos de los usuarios, arderá esta tarde junto con el resto de la escenografía.